La urgencia de vivir
Cuenta Jordi Évole que un día le sonó el teléfono y una voz le susurró: «Te ofrezco una entrevista como nunca se la he dado a nadie, porque me estoy muriendo». Era Pau Donés. Aquél documento se convirtió en Eso que tú me das, un poderoso artefacto sobre la vida y la muerte estrenado en 2021 en LaSexta. Recordemos al músico catalán, coincidiendo con el concierto que Jarabe de Palo ofrece esta noche en Trui Teatre.
«Estoy aquí para hablar de la vida, no de la muerte», subraya Donés al inicio, revelando una actitud de fortaleza que mantuvo hasta el fin. Según Évole, ese día se levantó nervioso y gruñón. Comenzó la entrevista con la voz mermada, pero la finalizó cantando frente a un paisaje de la Vall d’Aran. Murió dos semanas más tarde en su casa, cerca de ese mismo paraje que eligió para despedirse de la vida. Tan alejado del mundanal ruido de una carrera en la que había alimentado, y de qué manera, a su Kerouac interior. Porque si algo caracterizó al autor de La flaca fue su pasión por coleccionar escenas de vida.
Viendo el documental me vino a la mente ese tango en el que Gardel le canta al orgullo de haber sido y al dolor de ya no ser. Qué tremenda es la vida. Demasiado es exactamente suficiente. Supongo que esa máxima encaja con la filosofía de Donés, que subraya constantemente la importancia de plantar cara al miedo. En especial al miedo a vivir, ése es el peor. El miedo atenta contra la felicidad: el miedo al rechazo, al amor no correspondido, a aquel instante que pudo cambiarnos la vida y dejamos escapar con estupor. El miedo es un enemigo poderoso -no importa lo mucho que corras, hay demonios de los que no puedes escapar-.
Donés aborda otro tema que me fascina: el pasado. Habla de él sin nostalgia. Qué difícil es hacerlo. Curtido como pocos, deja constancia de que las buenas decisiones vienen de la experiencia, y ésta nace, a su vez, de las malas decisiones. Tan paradójico como real. Y en ese equilibrio radica la felicidad. Al final, Eso que tú me das es un canto a la vida que te deja un sabor agridulce y la sensación de que esta vida se merece otra.