La posibilidad de donar el cuerpo a la ciencia está más cerca en Balears
El decano no descarta regular el procedimiento si la Facultad de Medicina se amplía
La posibilidad de donar el cuerpo a la Facultad de Medicina de Balears está cada vez más cerca. En estos momentos los estudiantes e investigadores utilizan piezas de donantes de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAM), pero el decano Toni Bennàssar es partidario de que en un futuro la Universitat de las Illes Balears (UIB) sea receptora de donantes.
«Hay teóricos que dicen que una Facultad de Medicina ha de tener un sistema de donación de cuerpos para mantenerse en el tiempo y es algo que yo comparto, pero aún no estamos preparados. Para poder hacerlo nos tendríamos que extender, bien dentro del hospital universitario de Son Espases o bien creando un campus», dice Bennàssar.
Desde que la Facultad de Medicina de la UIB comenzó a funcionar en 2016, la UAM ha realizado tres envíos de cuerpos de donantes a las Islas. La donación de cuerpo y la cesión de piezas procedentes de un donante a otra universidad son gratuitas por ley en España. La UIB está obligada a asumir los costes del transporte. La última entrega (de cuatro féretros) ha supuesto un desembolso de unos 10.000 euros.
F. J. Viera es uno de los pocos residentes de Balears que ha donado su cuerpo a la ciencia. Lo hizo hace ahora ya veinte años. «El destino que uno da al propio cuerpo se vincula a las creencias personales. Solo creo en la ciencia y su capacidad real de mejorar la vida, por eso decidí entregar mi cuerpo a este fin», explica.
Cuando él donó su cuerpo a la ciencia, no existía la Facultad de Medicina en Balears, de ahí que comunicara con las facultades de Medicina más próximas. Acabó haciendo el trámite con la de Valencia. Entonces las donaciones de cuerpo escaseaban.
Como en el caso de los donantes de órganos, se firma un contrato y se recibe un carnet que acredita tu intención de donar tu cuerpo a la facultad. Con el paso de los años ha aumentado la cultura de las donaciones de cuerpo en España y eso plantea un nuevo reto. Antes de comprometerse
«Los modelos anatómicos son un buen complemento pero los cuerpos no son sustituibles» Alfonso Rodríguez Baeza CATEDRÁTICO DE ANATOMÍA
a aceptar la petición de un donante, las facultades tienen que estar muy seguras de que en el momento del fallecimiento podrán asumir la donación.
«En la UAB tenemos más de 5.000 donantes y recibo unos 60 cuerpos al año. Ahora la posibilidad de hacer nuevas donaciones está cerrada por una cuestión de capacidad. Imagínense lo que podría haber pasado en pandemia. Si nos llegaran 100 cuerpos de golpe sería inasumible», explica Alfonso Rodríguez Baeza, catedrático de la UAM y profesor de Anatomía en la UIB.
«Balears es una comunidad a la que han llegado muchos residentes procedentes de otros países en los que hay una cultura de donación de cuerpo y podría darse el caso de que tuviéramos una avalancha de donaciones», advierte el decano Antoni Bennàssar.
Con el último envío de piezas desde Barcelona la facultad está abastecida para 8 o 10 años, según los cálculos del decano. «Se pueden pedir los permisos para poner en marcha las donaciones en Balears, pero no tenemos ahora mismo la logística ni la infraestructura necesarias. Si se produce una avalancha tenemos que estar preparados, no pillarnos los dedos», añade.
En el curso 2016-2017 (el primero de su historia), la facultad se nutrió de algunas piezas que envió el Clínic de Barcelona. Ya en el segundo curso se puso en manos del catedrrático Alfonso Rodríguez Baeza, considerado uno de los mejores 50 médicos de España. «Trabajar en el laboratorio de Anatomía con cuerpos reales permite una mejor aproximación a la realidad. El estudiante tiene el primer contacto emocional con el cuerpo humano. Además es muy importante el concepto tridimensional», dice el especialista. Para Rodríguez Baeza los modelos anatómicos que se utilizan son «complementos muy útiles» pero «los cuerpos no son sustituibles».
El último envío a la Facultad de Medicina de la UIB incluye por primera vez piezas conservadas mediante la técnica de plastinación, de mayor durabilidad. Así las piezas de dos de los féretros donados no necesitan estar en cámara.