Una máquina de fecundación in vitro averiada deja en espera 60 procesos
A principios de febrero se rompió un microinyector de Son Espases Esperan haberla repuesto en mayo; mientras derivan
Unas sesenta mujeres que esperan para un proceso de reproducción asistida en Son Espases se han visto afectadas por la avería de una máquina de la unidad específica el pasado mes de febrero. Se trata de «un micromanipulador o microinyector que fija el ovocito y se usa para técnicas como la inseminación», aclara el jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital», Octavi Córdoba. «Es una parte de todo el equipo que usamos en las técnicas de reproducción asistida, la que queda conectada al microscopio y deja inmóvil al ovocito, el gameto femenino, para poder inyectarle el esperma», añade.
A través de esta máquina también se realiza otra técnica, la biopsia embrionaria, «que consiste en fijar el embrión para coger una o dos células con láser y averiguar a través de estas si es portador de una enfermedad genética», prosigue el doctor Córdoba. El jefe del servicio reconoce que para estos casos se ha intentado derivar a los pacientes a la sanidad privada «pero hay un tema legal importante que no hemos podido salvar».
En lo referido a los afectados por los procesos de inseminación, a quien lo ha solicitado de forma expresa se le ha ofrecido la derivación a Son Llàtzer, pese a que este hospital ya tiene su propia lista de espera. Se trata de un solo caso. «Se informa a las pacientes y se enfadan, como es lógico, porque llevan tiempo esperando», indica el especialista.
Es preciso señalar que la ruptura del microinyector no es completa y se sigue utilizando en pacientes. Por otra parte, sólo afecta a cierto tipo de técnicas reproductivas cuando el esperma no es de calidad, «estamos haciendo otro tipo de fecundaciones», añade.
Esta máquina, que era de uso diario, se rompió a principios de febrero y se intentó comprar una nueva por la vía de urgencia, sin embargo «contactamos el fabricante no distribuye de forma exclusiva a España, por lo que legalmente hemos tenido que hacer un concurso pero se han puesto las pilas y todo va rápido», explica el doctor Córdoba, quien lamenta el retraso pero espera una solución cuando antes.
Por ahora se ha vuelto a licitar una máquina nueva, un concurso al que se ha presentado una sola empresa, lo que facilita las cosas. Ahora bien, cuando esté adjudicado, habrá que ver con qué celeridad pueden traerla a las Islas, otro de los inconvenientes.