Estellencs elimina más de la mitad de la población de cabras salvajes en la Cala
La Conselleria de Medi Natural fue la encargada de El alcalde alega que la proliferación de chivas era realizar la cacería a petición del propio Ajuntament tan abundante que generaba problemas de seguridad
ALERTA Algunos vecinos llamaron ayer por la mañana a la Policía alertados al oir los disparos de la cacería
Jaque a la población de cabras salvajes en el municipio de Estellencs. El Consorci de Recuperació de la Fauna del Govern (Cofib) actuó ayer en la localidad a petición del Ajuntament d’Estellencs y de los propios vecinos por la proliferación de cabras salvajes que dañan tanto los cultivos de la zona de la Cala así como ‘marges’ del entorno.
En total se calcula que había una población de unas 70 cabras y ayer por la mañana se ‘eliminaron’ más de la mitad. Así también lo corroboró el alcalde, Bernat Isern, que recuerda que «la población salvaje se había convertido en un peligro ya que dañaban los marges de las paredes de pedra en sec y provocaban desprendimientos, por lo que decidimos pedir ayuda al Cofib ya que se trataba de un tema de seguridad». Isern destaca también que para realizar esta actuación cuentan con la autorización de 40 vecinos afectados que han firmado su consentimiento para que el Govern pudiera acceder a sus fincas y así sacrificar a los animales.
El problema de la proliferación de cabras salvajes que arrasan con la vegetación no es exclusivo de Estellencs, ya que abundan también en la mayoría de municipios de la Serra. En el caso de Estellencs, la población de chivas se había instalado cerca de la Font des Broll, donde, según el alcalde, habían causado importantes daños en fincas con cultivos e incluso se alimentaban de higos chumbos. «Hay propietarios
que han tenido que vallar toda su finca e incluso así, las cabras consiguen entrar. Almendros dañados y cultivos», ejemplifica.
Isern añade que hace ocho años detectaron la presencia de estos animales salvajes en la zona, aunque lo que en un primer momento era una comunidad relativamente pequeña se ha ido
incrementado con el paso de los años, «lo que nos ha generado problemas de seguridad».
Los técnicos del Cofib fueron los encargados de matar a las cabras, aunque algunos vecinos se alarmaron ayer por la mañana al oír disparos e incluso llamaron a la Policía. Desde la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Medi Natural, ayer no quisieron hacer declaraciones
sobre la actuación llevada a cabo ya que era a petición del Ajuntament.
Por la mañana, el Ajuntament había colocado un cartel en la carretera que «por desprendimientos no podían acceder a la carretera de la Cala porque se hacía la cacería, y había mucho riesgo de que si las cabras corrían hubiera desprendimientos», añade Isern.