Rebrote veraniego
LA FOTO de familia de ayer del grupo ultraderechista del Parlamento balear es un intento tan infantil –de pretender la unidad entre los enemigos acérrimos– que resulta igual de creíble como si hicieran lo mismo los gobiernos de Irán e Israel. Sólo se explica por la bisoñez de estos políticos que si algo han demostrado desde las elecciones –¡en sólo diez meses!– en su nula pericia. Ni siquiera disimularían esta ausencia de capacitación de haber sido obligados por Madrid, igual que tal vez las dimisiones de los cargos ejecutivos del grupo. Poco o nada importa por qué haya sido, lo trascendente de veras será la relación entre las direcciones nacionales del PP y Vox a partir de las elecciones europeas y cómo incidirá en el universo baleárico ultra.
LA ESTRATEGIA
que sigue Alberto
Núñez Feijóo pasa por el objetivo táctico de minimizar la representación de la extrema derecha en estas próximas elecciones que se celebrarán en el País Vasco y Cataluña. Hasta su desaparición e irrelevancia parlamentaria, respectivamente. Para, acto seguido, iniciar la ofensiva europea con la indisimulada pretensión de dejar a Vox muy por debajo de lo que consiguió hace cinco años en los comicios al Parlamento continental: 1,4 millones de votos y 4 escaños, ante los 4,5 millones y 13 representantes del PP. A pesar de la distancia, la buena cosecha dio alas a los extremistas de derecha. Ahora Feijóo y compañía quieren cortárselas. En función del resultado de junio la belicosidad entre los dos se convertirá en guerra abierta o se mantendrá, como hasta ahora, más o menos controlada.
de esa relación general determinará lo que ocurra en el grupo parlamentario balear. Porque tras las urnas europeas las órdenes que lleguen desde la central a la delegación regional, en razón de los intereses nacionales de este movimiento, coincidirán en el tiempo con la concreción final del plan del Govern en materia lingüística en la educación. Recuérdese que fue justo la táctica de cómo apretar al PP en ese aspecto lo que rompió en enero el grupo de diputados ultras. Es probable el rebrote veraniego.
EL ESTADO
La bisoña foto familiar ultra de ayer no esconde que lo de verdad empezará tras las elecciones europeas, en verano