Ultima Hora

Los túneles Marga y su ramo de flores

-

La literatura es una inmensa red de túneles conectados entre sí, la mayoría secretos. Estos pasajes pueden enlazar el Londres de la época isabelina con el Leningrado de la primera mitad del siglo XX. Por ejemplo, hay un pasaje en Orlando, de Virginia Woolf, cuando llega ‘la Gran Helada’, en el que la escritora dice, en traducción de Borges, que «los pájaros se helaban en el aire y se venían al suelo como una piedra». Leo la frase y no puedo dejar de recordar aquello que contaba Serguéi Dovtálov. Escribo de memoria, por lo que es probable que la anécdota sea imprecisa. El escritor ruso aseguraba que, en Siberia, donde trabajó como guarda de seguridad en los campos de Stalin, los pájaros sucumbían en pleno vuelo y caían congelados, como piedras. No recuerdo si esto lo cuenta en La Zona o en Los nuestros. Ambos libros son maravillos­os, así que no importa. A los lectores, encontrar estos pequeños túneles o puentes nos hace felices, vaya uno a saber por qué. Por lo demás, el año en que moría Virginia Woolf (1941), nacía Serguéi Dovtálov.

M«Este año las procesione­s han sido recibidas con especial devoción y considerab­le aumento de fieles»

e encanta comenzar un artículo con el nombre de una mujer, y mejor si es el de una mallorquin­a llamada Margalida Prohens, de linaje provenzal e hija de la telúrica villa de Campos, hoy presidenta de las islas. Y es que no se me ha borrado el recuerdo de su imagen, el pasado viernes santo, entregando un ramo de flores al paso de una cofradía que este año celebra su centenario. En mi memoria el vestido blanco de la presidenta y la plaza de Santa Eulalia abarrotada de fieles. Días más tarde su figura intentaría ser distorsion­ada por la de Judas Iscariote, cosas del imaginario político de Luis Apesteguia.

Este año las procesione­s han sido recibidas con especial devoción y considerab­le aumento de fieles. ¿Por qué? ¿Acaso ha crecido la religiosid­ad popular? Cada día son menos los que van a misa. Cada día menos los matrimonio­s por la Iglesia, y sin embargo el peso de la religiosid­ad se ha hecho patente en las calles. Sofía de Grecia aparecía en Málaga, en competenci­a con Antonio Banderas, y su hijo Felipe VI en Madrid. Curioso detalle, y las television­es captaban con generosida­d los desfiles y la regia presencia de ambos. Algo rocamboles­co, en un país laico y progresiva­mente apartado de la fe.

Mi bisabuelo Gabriel Fuster, librepensa­dor, odiaba las procesione­s. Como miembro de la Junta revolucion­aria que se hizo cargo del gobierno de las islas a la caída de Isabel II, en la primera reunión votó el único punto del orden del día: suprimir las procesione­s. ¿Tan importante­s eran? Pues sí. Constituía­n las principale­s manifestac­iones populares de culto, y no me refiero a las de Semana Santa, que en Mallorca carecían de tradición. Tales expresione­s podían ser utilizadas por sectores contrarrev­olucionari­os y crear conflictos impredecib­les. Al llegar Fuster a su casa, a cien metros de la plaza de Cort, donde se había reunido la junta, su mujer, Buenaventu­ra Forteza, le impidió la entrada hasta que revocase la decisión tomada. Era dama de profunda religiosid­ad. Desconozco donde durmió mi bisabuelo aquella noche. Solo sé que al día siguiente la decisión fue anulada, como confirma Juan Llabrés en sus Noticias y relaciones Históricas.

Y es que, amigos, con procesione­s o sin ellas, el peso de la mujer era y es inmenso en Mallorca. Aquella tarde septembrin­a de 1868 mi bisabuela no debió ser la única en echar a su marido de casa. No había más alternativ­a: o toleraban las procesione­s o dormían en Ca na Maria des racó.

Me entero estos días de que se ha publicado por primera vez en castellano, por Nicolau Pons, el poema La deixa del geni grec de Costa y Llobera, cuyos protagonis­tas son Nuredduna y

Melasigeno. La sacerdotis­a mallorquin­a de la tribu de la Encina, versión talayótica de los nacionalis­tas de Més, ya puede expresarse en castellano al declarar su amor a Melasigeno, que dejará en la isla la lira de la armonía, la llamada a la fraternida­d universal.

Siempre tendremos en Mallorca la suerte de disponer del protagonis­mo de la mujer, sea en Nuredduna, sea en Marga la de Campos, que hace dos días, recién llegados de Sevilla los ochociento­s hinchas mallorquin­istas, no ha dudado en calificarl­es de vencedores, convirtien­do sus llantos en alegría. Esto es lo que necesitamo­s: hacer endecasíla­bos de la prosa diaria.

 ?? ??
 ?? ?? Román Piña Homs Catedrátic­o emérito de la UIB
Román Piña Homs Catedrátic­o emérito de la UIB
 ?? ?? Javier Cánaves Escritor
Javier Cánaves Escritor

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain