CRÓNICADE UNA SUCESIÓN
En enero de 2011 una carta enviada por Amancio Ortega a sus empleados sorprendía al mundo empresarial internacional. En ella cedía la presidencia de Inditex a Pablo Isla (Madrid, 1964), hasta ese día vicepresidente de la compañía. Era la culminación de un proceso de profesionalización que había comenzado años atrás, con la salida a bolsa de la empresa y su proyección internacional. Isla, uno de los ejecutivos más reconocidos del panorama empresarial internacional, sucedía a Ortega en un momento óptimo. Inditex había duplicado ventas y plantilla, quintuplicado beneficios y capitalización bursátil. También habían cesado las especulaciones sobre la salud de su fundador. La continuidad de Inditex estaba asegurada. Hoy, el grupo tiene presencia en 88mercados, cuenta con 140.000 empleados y posee más de 6.500 tiendas.
Licenciado enDerecho y abogado delEstado, Isla había sido previamente presidente de Altadis, secretario general del Banco Popular y director general de Patrimonio. Se incorporó a Inditex en2005 con41años y desde entoncesha conseguidoun retornoal accionistadel 442por ciento e incrementado la capitalización de la empresa en 72.000 millones de dólares, según destaca el reciente informe delHarvard BusinessReview, que también ha elegido a Isla como el décimo cuarto mejor presidente empresarial delmundo.