Cincuenta Sombras de Grey
EL ENIGMA DE UNA DUDA CINEMATOGRÁFICA QUE POR FIN SE ESCLARECE
Da igual que el título estime que son cincuenta. Sobre los cientos de miles de lectoras de la novela que llevan años esperando esta película solo se cierne la sombra de una duda: ¿verán en la gran pantalla todo lo queChristianGrey le hacía aAnastasia Steele sobre el papel? No es fácil estar a la altura de un fenómeno editorial de estas dimensiones: más de 100millones de ejemplares vendidos de una saga que ha colocado la literótica en las mesillas de noche de medio mundo. Porno para amas de casa, antinovela rosa o ejemplo de liberación sexual con tapa dura, la ficción de tenía que llegar al cine.
E. L. James Por supuesto, con el beneplácito de su autora, la misma que arrebató el título de reina del best seller a otra mujer con sagas e iniciales: .
J. K. Rowling Tras las cámaras se coloca que
Sam Taylor- Johnson a pesar de ser una reputada artista conceptual — su videorretrato de dormido fue un David Beckham hito—, solo tenía en
su haber un largometraje, Nowhere boy (2009), un biopic sobre el joven
. Poner al mando a alguien sin miedo a la poJohn Lennon lémica tratándose de un material tan sensible mal no viene. Pero lomás complicado ha sido poner cara a los protagonistas sin indignar a los fans. El anunciado como Christian Grey, , se retiró alegando problemas
Charlie Hunnam de agenda; muchos creen que se echó atrás al leer las críticas a su elección, que facilitaron el fichaje de un actor demayor consenso, el guaperas británico
Jamie . El papel de Anastasia Dornan parecía reservado a estrellas como o Jennifer Lawrence Emma
, pero se lo llevóuna actriz Watson que eramás famosapor sus apellidos que por sus películas:
Dakota (Don) (Melanie) . “Ha apren
Johnson Griffith dido de los errores que cometimos mi madre [ ] y yo”, ha dicho de ella Tippi Hedren
, que ha prometido a su MelanieGriffith hija no ver la película. “Pero leeré las críticas”. A la pareja Dornan- Johnson ya les han preguntado tantas veces por el sexo explícito que se reparten la respuesta. “No es una situación romántica, es más bien como una tarea”, explicaba Johnson. “Hemos tenido que hacer cosas que sin confianza y química habrían sido insufribles”, remataba Dornan, aportando algo de luz entre tanta incógnita gris.