Mi Foto es un Rothko
l arte es un asesino: siempre regresa al lugar del crimen. Y en ese origen habita la pintura. A ella vuelve, cada vez que tiene dudas, la fotografía. Por eso lo pictórico se extiende. Los artistas que trabajan con soportes fotográficos han descubierto que ampliando hasta lo monumental sus copias fotográficas pueden competir con el óleo y el lienzo. A esto ayuda una tecnología que permite producir en una sola pieza imágenes de cuatro metros. Este déjà vu pictórico comienza en el escenario de lo contemporáneo con
Jeff . El fotógrafo canadiense monta a Wall finales de los años setenta grandes cajas de luz retroiluminadas en las que recrea escenas con actores. Lo llama “pintura de la vida moderna”. Un tableau vivant. A este pictorialismo también recurren varios discípulos del matrimonio alemán
y , que han asimilado su Bern Hilla Becher propuesta de objetividad fotográfica. En ella se embarcan (con su
Thomas Struth serie de museos e interiores de iglesias);
(extrae imágenes de páginas Thomas Ruff pornográficas que difumina con el ordenador a la manera de los lienzos de
); (propone una relectura Richter Axel Hütte romántica de la naturaleza) y
Candida (a partir de sus reconocidas fotos Höffer de bibliotecas). Pero, tal vez, quienmás lejos haya llegado sea
Andreas . El artista alemán trabaja Gursky durante años con su padre, , un fotógrafo
WillyGursky especializado en imágenes industriales y publicitarias de quien aprende a producir en grandes formatos y a retocar las fotos digitalmente. Esta corriente también tiene su lectura española en los trabajos de
José Manuel , o , Ballester ÁngelMarcos PierreGonnord francés residente enMadrid que reivindica la mirada de o en
Zurbarán Vermeer su aproximación a los modelos clásicos a través de la fotografía contemporánea.