GANSEVOORT
Ellie Rines en el número 56 de Henry Str. (Chinatown), Gansevoort es una galería de apenas 60 metros cuadrados donde la sala de exhibición, la cocina y el despacho son lo mismo. Un tubo de ensayo para artistas que huyen de lo comercial y buscan el contacto directo con el público. Saludable. n 1983, un historiador medio chiflado pero, en fin, un observador audaz del arte francoamericano de postguerra, escribió un ensayo de un exotismo intelectual poco frecuente. EnDe cómoNuevaYork robó la idea de arte moderno, interpretaba el expresionismo
Serge Guilbaut abstracto a partir de la idea de que en el contexto que va de la postguerra mundial a la Guerra Fría, Estados Unidos había ganado la partida a París, robándole la capitalidad en elmundo del arte. El triunfo no fue debido solo a su victoria económica y militar, sino también a que supieron articular una imagen compacta y sin fisuras del arte de vanguardia americano. La escuela expresionista de los , , y
Pollock De Kooning Kline Gorky había servido para crear la idea de unmito nacional con ínfulas globales, un arte libre frente al totalitarismo soviético.
Han pasado unas cuantas décadas y hoy, tras el desaliento de las burbujas del mercado del arte en Shanghái, Hong Kong (economías del llamadoMarket Realism©), São PauloyDelhi, Nueva York ha vuelto a resurgir como la gran ladrona, no tan bella pero sí más sofisticada y un tanto desquiciada. La ciudad reclama su dosis de grandeza en el mundo del arte 15 años después de aquel annus terribilis que significó el ataque alWorl Trade Center y emprende con fuerza una nueva aventura artístico-programática a través del “aburguesamiento” de los nuevos barrios. Queens destaca con elMoMAPS1 o el