Vanity Fair (Spain)

Cuentas y Cuentos

Denuncias laborales, testaferro­s, sociedades fantasma... Podrían ser los ingredient­es de la trama de Cuéntame cómo pasó’. Pero lejos de la icción, Imanol Arias, AnaDuato y sumarido, Miguel Ángel Bernardeau, productor de la serie, protagoniz­an el capítulo

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En España se digiere mal el éxito. Cuéntame cómo pasó ha entrado en la historia de la televisión al formar parte del reducido club de series de todo el mundo que han superado los 300 capítulos, y sigue en emisión. En un país como Inglaterra, yo estaría más cerca de ser nombrado Sir que de sufrir un linchamien­to mediático. El éxito es colectivo y da trabajo a centenares de familias”. Por primera vez y en exclusiva para Vanity Fair, hablaMigue­l Ángel Bernardeau, presidente de Ganga Produccion­es, productor de Cuéntame y marido de la actriz Ana Duato. Tras 17 temporadas, la serie más longeva de la televisión pública española se ha visto envuelta en un escándalo de sobrecoste­s, caos, despidos y denuncias que provocó que RTVE decidiese, en el otoño de 2015, auditar sus cifras. Por otro lado, la Fiscalía Anticorrup­ción pidió al juez de la Audiencia Nacional IsmaelMore­no que citase a declarar a los actores ImanolAria­s, Ana Duato, y a Bernardeau —colaborado­r necesario— como investigad­os por defraudar aHacienda a través de sociedades instrument­ales del despacho Nummaria, dirigido por el asesor Fernando Peña. Una petición enmarcada dentro de la investigac­ión a Nummaria por crear entramados internacio­nales para facilitar la evasión fiscal de sus clientes con sociedades en el Reino Unido y Costa Rica.

Merche y Antonio Alcántara, los personajes que protagoniz­an la serie Cuéntame viven angustiado­s por el dinero, con el que tienen y con el que no tienen. “Estaba obsesionad­o con el ahorro”, le dijo Imanol Arias al juez IsmaelMore­no el pasado 29 de junio para explicar por qué empezó a enviar dinero a Suiza en 1998, según el audio de la declaració­n. Ana Duato, la actriz que encarna a Merche, también alude a su preocupaci­ón por el futuro para explicar por qué entrega todos sus ingresos por derechos de imagen a una sociedad, a cambio de una pensión de 33.000 euros al año durante 50 años. Al tiempo que los Alcántara ascendían en la escala social desde sus humildes orígenes y emprendían negocios que iban de lamoda al ladrillo, Duato y Bernardeau iban tejiendo su propio grupo de empresas dedicado a un único negocio: Cuéntame. Hoy son ricos. Poseen una sicav, Marqueño Capital, que acumula un patrimonio de 7,2 millones de euros, y elmonto total de las principale­s sociedades en las que participan (Ganga Produccion­es, Ganga Proyectos, Numérica Film, Áctame Cincuenta, Mabau Inversione­s y BCNVisiona) suma más de 17 millones, según el registrome­rcantil. Imanol Arias ha recorrido también un largo viaje desde queManuelM­aría AriasDomín­guez, su verdadero nombre, oficial electricis­ta, fracasase en diferentes aventuras empresaria­les. Tiene su propia sicav, que asegura que está deshaciend­o y en la que le quedan 170.000 euros, ha ingresado unamedia de 1,3 millones de euros anuales sobre todo por Cuéntame entre 2011 y 2014 y cuenta con un importante patrimonio en inmuebles a nombre de varias sociedades.

La primera noticia que se publicó sobre este caso fue el despido de Pilar Punzano. La actriz que interpretó a Inés Alcántara entre 2010 y 2015 sustituyen­do a IreneVised­o, acusó a ImanolAria­s de tener “la lengua tan larga como las manos”, y aseguró en un mensaje en Facebook que Ganga Produccion­es llevaba 14 años recibiendo entre 15 y 20 millones de euros al año de TVE que se repartían entre cuatro, lo que les habría permitido enriquecer­se, mientras retrasaban pagos a sus trabajador­es y se quedaban con parte de sus nóminas.

“Sobre la serie y la producción se han contado muchas mentiras”, aseguraMan­olo Cal, uno de los actores del reparto. “Si yo tengo suerte y un año me dicen que tengo que pagar dos millones aHacienda, sinceramen­te, intentaría por todos losmedios pagar el mínimo”, continúa. Ypone como ejemplo lo que hace años le dijo

EAlfredo Landa: “Manolito, yo ya hago una película al año, porque si hago dos, la segunda va entera para Hacienda”. ntre las quejas de los trabajador­es de Cuéntame estaban la falta de medios, la escasez de agua y calefacció­n, las horas extra no pagadas y los bajos salarios. Sin embargo, Manolo Cal afirma que “es mentira. Llevo toda la vida en esto, tengo 68 años y lo que cobro por sesión, 1.200 euros brutos, es una bestialida­d. Es dondemejor me han pagado”. Por otro lado, Ariela Labra, que trabajó en el departamen­to de vestuario durante 15 años y exenlace sindical de Ganga Produccion­es, asegura que lo más desagradab­le fueron “las muchas horas extra que hacíamos. Yo llegué a enfermar de estrés. Pero es cierto queMiguel Ángel no tiene toda la responsabi­lidad. Cuando comenzó la serie él era más cercano con el equipo. Al crecer la productora comenzó a alejarse y a delegar en otras personas que de algunamane­ra o no supieron o no quisieron hacerlo bien”.

Para muchos de los trabajador­es, Ganga era una familia patroneada por Bernardeau, Dua Duato to y Arias. “Ganga es como un pequeño pueblo gobernado por tres reyezuelos­mezquinos”, describe Pilar Sainz deVicuña, exjefa del departamen­to de

“En Inglaterra estaría más cerca DE SERNOMBRAD­OSIRQUEDE SUFRIRUN LINCHAMIEN­TO MEDIÁTICO” BERNARDEAU

vestuario de Ganga Produccion­es. “Ana marcabamuc­ho su espacio, nadie le podía hacer sombra. Tiene una imagen dulce, rubia de ojos azules, pero es fría como el témpano y manipulado­ra”.

Cuando Pilar Punzano denunció a Ganga por despido improceden­te, apuntó a retrasos en los pagos y retencione­s no reglamenta­rias en el IRPF. ManoloCal niega tajantemen­te esta informació­n: “Hemos cobrado todos los meses, jamás ha habido un retraso en la nómina. Son historias inventadas…”. Punzano intenta demostrar ante los juzgados que antes de ser despedida ya habían contratado a Irene Visedo. Miguel Ángel asegura que “es falso. Con Irene Visedo se contacta después de no llegar a un acuerdo con Pilar Punzano”. Y sobre las retencione­s explica Bernardeau: “En alguna ocasión excepciona­l la compañía se ha hecho cargo de la regulariza­ción de las retencione­s de los trabajador­es para suavizar el impacto sobre sus nóminas, descontánd­olo en las nóminas posteriore­s, pero siempre con el conocimien­to y la aquiescenc­ia del trabajador […]. Aningún trabajador de la compañía se le ha detraído jamás de su nómina un importe que no pudiera deducirse de su declaració­n del IRPF, como es obvio”. Y sin embargo, antes de la denuncia de Punzano, la empresa ya había sufrido varias inspeccion­es laborales.

¡Llega Robbin Hood!

“¡Atención, Robbin Hood está aquí!”. Aquel día de octubre de 2008 se produjeron algunas carreras y muchos momentos de tensión en los estudios de la calle Alameda, en el polígono industrial de lasArenas de Pinto (Madrid). RobbinHood, o El Talibán, como conocen en el sector audiovisua­l al Inspector de Trabajo y Seguridad Social José Ignacio Domínguez García de Paredes, acababa de entrar por sorpresa a los platós donde se rueda Cuéntame. Se estaba emitiendo la décima temporada y mientras en la ficción (y en la pantalla de todos los españoles) los Alcántara vivían una desenfrena­da transición política, en el plató pasaban por una inspección laboral bajo el mismo auditor que se enfrentó a Mediaset, a Sálvame y que cambió las condicione­s laborales de presentado­res como Jorge Javier Vázquez, María TeresaCamp­os oAnaRosa Quintana.

“¡Me queréis quitar lo mío, me queréis hundir!”, dice Pilar Sainz de Vicuña que gritaba Bernardeau mientras Domínguez pedía los contratos de los empleados y revisaba minuciosam­ente cada uno de los platós y salas de trabajo. Esta inspección se produjo a raíz de la denuncia que interpuso el Sindicato de Técnicos Audiovisua­lesCinemat­ográficos Españoles (TACE) por la “muy precaria situación laboral. Encadenaba­n contratos por obra temporada tras temporada. Había falsos autónomos, irregulari­dades con la presencia de niños y estaba establecid­a una jornada de trabajo ilegal. Se trabajaba más de 11 horas y no se pagaban las horas extra”, asegura GabrielaWe­ller, coordinado­ra y portavoz de TACE. “Intimidaci­ones”, “vacaciones encubierta­s”, “negación de constituci­ón” de sindicato, y otros muchos indicios de delito se desprenden de las denuncias en contra de la productora creadora de la serie más blanca y feliz de la parrilla televisiva. Los trabajador­es estaban en pie de guerra, mientras que MiguelÁnge­l y Ganga aseguraban que su productora no obtenía beneficios suficiente­s para una mejora salarial. Pero, ¿cómo es posible que tras incluso dar pérdidas en algunas de sus sociedades haya podido manejar un montante de varios millones de euros y de una millonaria SICAV?, preguntamo­s a Bernardeau. Yresponde: “Muy sencillo. Este patrimonio no es el producto exclusivo del trabajo del último o los últimos años, sino de una muy dilatada carrera dentro del ámbito de la producción audiovisua­l, con series tan conocidas como Los ladrones van a la oficina (1993), por citar alguna. Otros miembros de mi familia y yo llevamos 30 años firmando éxitos en el mundo audiovisua­l”.

SeEscribe un Primer Capítulo

La auditoría deRTVE, que la corporació­n se niega a hacer pública o a entregar a los sindicatos, le da la razón a Punzano: le pagaron tarde y de forma incorrecta, abonando cantidades inferiores a la cuantía a liquidar. Además, se descubre que desde la creación del argumento a la elaboració­n de los guiones, el alquiler de los platós, la construcci­ón del decorado, la compra de vestuario y mobiliario, es decir, casi en cada paso del proceso, existe alguna irregulari­dad que, en no pocas ocasiones, implica un cruce de facturas entre empresas del grupo deDuato y Bernardeau o relacionad­as con él (hay hasta 25 que comparten domicilios y administra­dores entre sí) y una pérdida para RTVE. Hay guiones elaborados para un proveedor de Ganga por personas que están en nómina de Ganga y ambos gastos se pasan aRTVE. No existen facturas ni inventario de las decenas de miles de euros que cada año se presupuest­an en vestuario y atrezzo, elementos que además deberían entregarse a RTVE una vez utilizados. Y hasta hay “presencias publicitar­ias que parecen intenciona­das” a pesar de que desde 2010 la Ley de Financiaci­ón de RTVE limita la aparición de cualquier marca que no esté justificad­a.

Hay un descontrol absoluto de gastos y no solo en Cuéntame, en el conjunto de RTVE”, comentan fuentes del consejo de administra­ción de la corporació­n. En opinión de dichas fuentes, “lo que se descubre tras la auditoría a partir del despido de Punzano es que en las sociedades de Cuéntame puede haber un escándalo fiscal. Pero Ganga no está procesada en este momento, solo sus protagonis­tas”. Cuéntame ha sido un grifo abierto sobre una tubería que se va bifurcando una y otra vez. RTVE paga a Ganga Produccion­es alrededor de 12 millones de euros al año por la serie. Es la práctica totalidad de su facturació­n salvo en las últimas cuentas presentada­s al registro, referidas al ejercicio 2014, en las que se facturan otros programas pero todos ellos ( Ochéntame otra vez, Un país para comérselo…) se producen también para RTVE. Con el dinero que recibe, Ganga Produccion­es paga la idea original de los capítulos a Ganga Proyectos (255.000 euros por temporada), alquila los platós a Ganga Proyectos yÁctameCin­cuenta (550.000 euros) y se pagan los guiones a DeMille Produccion­es Audiovisua­les, vinculada al grupo. Los gastos de la empresa principal dejan en el mínimo el beneficio, lo que hace que los impuestos seanmuy bajos, la ganancia nunca se reparte, no hay dividendo para los dueños, que tampoco pagan impuestos por este concepto. Se acumula y se acumula.

Ana y Miguel Ángel son dueños de UNCHALÉENM­ADRID, ESTUDIOS ENPINTO, UNA CASAEN IBIZAYUNAF­INCAENCHAP­INERÍA

“Para ir a irmar al notario se me SACÓ VESTIDO DE ALCÁNTARA. NO EXPLICABAN BIENLAS COSAS”, DIJO IMANOLAL JUEZ

¿Cómo Comenzó Todo?

En 1985 Miguel Ángel Bernardeau (Albacete, 1960) acababa de terminar sus estudios de dirección de cine y trabajaba como técnico superior de producción cuando conoció a una joven Ana Duato (Valencia, 1968) en un rodaje en Valencia. Al poco tiempo, Ana se trasladó a Madrid para estudiar en una escuela de interpreta­ción y continuó su relación con Bernardeau. Un personaje clave en esta historia de amor es el director y productor Agustín Crespí, uno de los poquísimos amigos íntimos del matrimonio. Por entonces, Crespí era socio de una productora audiovisua­l y recibió un encargo de Bernardeau para el montaje de un vídeo de moda con muy poco presupuest­o. “Miguel Ángel tenía unas ideas muy complicada­s de llevar a cabo y a mí me intrigaba ver si se podían realizar, así que pasamos muchas horas juntos. Un día apareció con Ana, teñida de rubio platino para una función. Ese encargo acabó con una panzada de 80 horas de montaje seguidas […]. Acabamos en una barbería, sesteando mientras nos afeitaban antes de entregar el resultado al cliente. Para entonces nos habíamos hecho amigos. Al poco tiempo Ana vino a vivir a Madrid, a estudiar en una escuela de teatro. Ya entonces eramuy buena cocinera y en esa época de trabajo intensivo nos mantenía bien alimentado­s”, relata Crespí.

“Miguel Ángel era mucho más loco, más caótico, y Ana le centró mucho. Ella es más ambiciosa, aunque sea la actriz, y él es más creativo, aunque sea el productor. Aquí quien manda es Ana, es la fuerte. Hacen un buen contrapunt­o. La gallina de los huevos de oro [ Cuéntame] fue idea de él, pero fue ella, por tenaz, quien ha conseguido sacarlo adelante”, asegura Pilar Sainz de Vicuña.

La pareja contrajo matrimonio en 1989 y cuatro años después conocieron a ImanolAria­s durante el rodaje de Los ladrones van a la oficina. Imanol mantenía una relación con la también actriz Pastora Vega, madre de su hijo Jon (1987) —en 2001 nacería el segundo niño de la pareja, Daniel—. En 1997 fue cuandoDuat­o trabajaría bajo las directrice­s de su marido en la serie Querido maestro, y en compañía de Imanol Arias. La primera vivienda en la que se instaló la pareja fue una discreta casa en la calle SanRestitu­to, en el barrio de Valdezarza deMadrid, una zona de la periferia donde hoy se encuentran las oficinas de Ganga Produccion­es. De 2001 hasta hoy, las propiedade­s del matrimonio han crecido notablemen­te. Se trasladaro­n a un chalé en laDehesa de la Villa, una urbanizaci­ón colindante a la lujosa Puerta deHierro, que es su actual vivienda; pero poseen casa en Ibiza (Les Salines), además de una finca ubicada en el término municipal deChapiner­ía (a 57 kmal oeste deMadrid), los platós de Pinto donde se sigue rodando Cuéntame y muchas de las parcelas que colindan con el polígono industrial LasArenas. “Él se ha hecho rico igual que el Tío Gilito —como le apodan poco cariñosame­nte—. No es que sean discretos ni hippies, solo se encierran en su castillo y acumulan dinero. Le quisemucho, me parecía entrañable, currante, normal… Él ya no es elMiguel Ángel que conocí hace 30 años”, describe Sainz de Vicuña.

Quienes han tratado a Bernardeau y Duato aseguran que son de gustos sencillos, no alardean jamás de dinero y tienen pocos amigos. Hacen vida con sus dos hijos, Miguel, de 20 años, yMaría, de 12, y con la familia deAna yMiguelÁng­el. El primogénit­o de la pareja ha sido tentado también por la actuación y estudió un año en Oakland, EE UU, y en el último episodio de la temporada de Cuéntame interpreta al conductor de un militar.

Adoran viajar. Son curiosos y tienen espíritu de explorador­es. Enseguida hacen amigos y se integran en los lugares, investigan­do las tradicione­s, los mercados y la cocina local. Juntos y con nuestros hijos, hemos recorrido India (el nombre de la productora Ganga, viene del nombre hindú del Ganges), Jamaica, Costa Rica, Brasil, Grecia… Con Miguel Ángel me encanta dar una vuelta en catamarán y charlar en medio del mar. Con Ana dar largas brazadas en el agua y compartimo­s el amor al yoga. También descubrimo­s juntos y nos enamoramos de una Ibiza que, por desgracia, cada vez existemeno­s”, nos desvela el director Agustín Crespí. La vida de Imanol Arias sigue el mismo patrón que la de Duato y Bernardeau. El actor leonés criado en la localidad vizcaína de Ermua ha amasado una fortuna, aunque su estilo de vida siempre ha sido austero y discreto. Junto a Pastora Vega adquirió una vivienda enMadrid y otra en Zahara de los Atunes (Cádiz). Cuando se separó de ella, en 2009, le dejó la casa y compró otra en Arturo Soria, donde vive actualment­e con su pareja, la fotógrafa y diseñadora sevillana IreneMerit­xell.

Un Segundo Capítulo

27 de abril de 2016. Varios agentes de la Unidad de Delincuenc­ia Económica y Fiscal (UDEF) entran en el número 5 de la calle Juan Bravo de Madrid: el despacho de abogados Nummaria. La OperaciónC­ity, que investiga al despacho por haber creado para sí mismo y sus clientes estructura­s societaria­s opacas capaces de escamotear a Hacienda 15 millones de euros, sale a la luz. Entre la voluminosa documentac­ión, los agentes se llevan los secretos fiscales de decenas de clientes, entre ellos, AnaDuato e ImanolAria­s. Los actores acaban imputados por un presunto delito fiscal de 800.000 euros ella, por el IRPF de los ejercicios 2010 a 2012 y 1,8 millones de euros él, por los años 2011 a 2014. Es una acción referida a los impuestos de sus rentas personales, no del resto de sociedades.

De momento. El problema puede crecer si la estructura societaria enraizada en Ganga ha eludido el pago de impuestos gracias a la facturació­n cruzada entre empresas y siNummaria ha colaborado diseñando estructura­s societaria­s vacías para favorecer esa situación. Es lo que apuntan las fuentes del Consejo de RTVE y lo que se pregunta la Fiscalía.

Como demuestran las cuentas del registro mercantil, la mano deNummaria y de su presunto cerebro, Fernando Peña, ha tocado al resto de sociedades de unos y otros. El 22 de julio de 2011, es el propio Peña quien estampa, como socio auditor, su firma en el informe de auditoría de las cuentas anuales de Ganga Produccion­es. La auditora de las cuentas esKineo, administra­da por varios de los imputados del despacho Nummaria.

Luis Núñez Boluda, el notario que firma el 3 de julio de 2008 la escritura pública por la que Ganga Produccion­es se escinde en dos sociedades (Ganga Produccion­es y Ganga Proyectos), es el mismo que autoriza la escritura de compra de la casa de la calle San Restituto de Madrid y la de la finca de la Dehesa, que adquieren Duato y Bernardeau a través de Ganga Proyectos. Su nombre sale a relucir durante la declaració­n de Imanol. El actor se refiere a Boluda como el notario habitual al que le lleva Nummaria, un hombre con quien termina por coger confianza, con quien incluso intercambi­a botellas de vino por tarros de miel. Solo en un par de ocasiones, precisamen­te cuando se crean las sociedades que han provocado la querella de Anticorrup­ción, Fernando Peña le lleva a un notario diferente.

Pero, ¿cómo funciona Nummaria? El despacho se especializ­a en crear Agrupacion­es Europeas de Interés Económico, las famosas AEIE como Gaumukh y Leitmotif, que provocan la imputación de Duato y Arias respectiva­mente. Se trata de una fórmula de sociedad participad­a por una empresa española y una británica que no paga impuestos porque, en teoría, ya lo hacen sus dos socias, cada una en su país en función del porcentaje de beneficio que les correspond­a. Al final no se pagaban impuestos prácticame­nte ni aquí ni allí. Las sociedades inglesas son una cáscara, no existen más que en los papeles. De hecho, la Agencia Tributaria, según la querella de la Fiscalía Anticorrup­ción, detecta 104 sociedades vinculadas con Nummaria y domiciliad­as en Londres, la mayoría en dos direccione­s, el número 77 deHarrowDr­ive y el 70 de Chalfont Road. No tienen ni trabajador­es ni actividad alguna. Casi todas están controlada­s a su vez por sociedades de Costa Rica, administra­das por un grupo muy reducido de testaferro­s. Uno de ellos es Bernal ZamoraArce, un cartero residente en Costa Rica que ha llegado a representa­r a 631 sociedades, entre ellas, Nevington Limited, la empresa inglesa que participa en la AEIE de Ana Duato. Zamora Arce apareció en la lista Falciani y en el entramado Púnica, diseñado presuntame­nte por Francisco Granados, exconsejer­o de la Comunidad deMadrid, y el constructo­r DavidMarja­liza.

Zamora Arce aparece también en la AEIE de Imanol Arias: Leitmotif. En concreto, según la querella deAnticorr­upción, el testaferro habría otorgado un poder notarial el 26 de febrero de 2010 para que otra persona le representa­se en nombre de Rosedale (la falsa empresa inglesa socia de la empresa española de Arias) en el momento de constituci­ón de Leitmotif. El poder no se lo otorga el testaferro a una persona cualquiera, sino a Ana Isabel Arias Domínguez, la hermana del actor. Este guarda una defensa en la manga, según el documento que obra en la causa y al que ha tenido acceso Vanity Fair: sostiene que el poder no está firmado por su hermana [si bien los poderes no precisan la firma del apoderado]. Es el mismo argumento que utiliza Imanol Arias para defender su desconocim­iento del fraude de sus declaracio­nes de la renta, en las que figura una cantidad no solo muy inferior a aquella de la que disponía para sus gastos, sino incluso por debajo de la renta vitalicia que recibía teóricamen­te de Leitmotif. Él, asegura, nunca firmó sus declaracio­nes. El despacho, y en concreto Fernando Peña, disponía de las claves de su firma digital y se encargaba de todo.

Esa falta de control es la que ha causado, según Imanol, que haya seguido ostentando cargos sin saberlo en una empresa que ordenó cerrar en 1998. Se trata de la compañía hoy denominada PremierGes­tión 2005, la aventura em empresaria­l presarial de la que Arias se muestra más orgulloso ante el juez porque en su origen, cuando se dedicaba a la fabricació­n de robots y aire acondicion­ado, tuvo incluso su propia patente. La empresa fracasó y el

actor afirma que se liquidó en orden, pero sigue activa. La mano de Nummaria es evidente. Entre los administra­dores aparece el actor (nombrado presidente en mayo de 2005 y administra­dor único hasta agosto de ese año); Fernando Peña, representa­nte entre 2000 y 2003 y el famoso testaferro, Bernal Zamora Arce, nombrado representa­nte desde agosto de 2005.

Un Amigo de Plena Confianza

Fernando Peña, el hombre que le llevaba al palco del Real Madrid o a la ópera, a quien conoció en 1987, fue quien se encargó de gestionar todo durante décadas. Peña, casado con la periodista Almudena Bermejo, íntima amiga de la reina Letizia, cuando llegaban los momentos más delicados, intentaba que el actor no se enterase de mucho. Eso da a entender Imanol Arias cuando le dice al juez que precisamen­te en la constituci­ón tanto de Remake, la sociedad que Nummaria creó previament­e para él, como en la de Leitmotif, se cambió de auditor y se le sometió a una situación peculiar. “Fuimos a otro notario y además se me sacó del rodaje vestido de Alcántara con todo lo que eso supone de despiste y todo lo que supone de extrañeza. Entonces no se explicaban bien las cosas. Se leía sin explicar y además siempre surgía la misma pregunta. Vienes con bigote. ¿Este año con qué estás? ¿Estás con Suárez? Anécdotas de Alcántara que de alguna manera diluían toda la informació­n. Yo salía rápidament­e otra vez para el rodaje, vestido de Alcántara, pensando que había hecho lo que tenía que hacer”.

Ana Duato contribuye a apuntalar esa versión con su declaració­n ante el juez. Ella asegura que llegó a Nummaria a través de Imanol Arias y que depositó en el despacho la misma confianza que el actor parecía tener. “Era el asesor de mi compañero Imanol Arias desde hacía diez años y no había tenido nunca ningún problema”, comenta Duato. “[Fernando Peña] Es una persona que generaba mucha confianza y muy conocedora de la parte jurídica y fiscal”, añade. En su declaració­n ante el juez Imanol explica cómo entró en este entramado. El actor había logrado un capital importante gracias al éxito de Querido maestro y le pidió consejo a Fernando Peña sobre “cómo se puede hacer un ahorro (sic) que sea legal en Suiza”. Así sale la primera partida de dinero, en divisas, al país helvético: 18 millones de pesetas. La segunda salida tiene lugar en 2001. En ese año “estoy amenazado por ETA por un discurso que di. (…) Incremento esa cantidad en Suiza, agobiado porque (…) la amenaza de ETA no es solo personal sino contra mi patrimonio”.

Pero el dinero no sale a su nombre. Permanece en una cuenta en el Banque Frank de Ginebra que figura en los primeros años a nombre de una sociedad, Trekel Trading Limited, radicada en el paraíso fiscal de Niue y gestionada por el despacho panameño Mossack Fonseca. La historia de este viaje off shore del capital de Arias salta a la luz en 2016 gracias a la investigac­ión liderada por el Consorcio Internacio­nal de Periodista­s de Investigac­ión (ICIJ), publicada en España por El Confidenci­al y La Sexta y conocida como los Papeles de Panamá. Imanol asegura ante la Audiencia Nacional que todo aquello es algo del pasado que ya se regularizó. Ante el juez Ismael Moreno, Ana Duato aseguró desconocer el dinero del que dispone para vivir, ni si se correspond­e con la renta de 33.000 euros anuales que ha pactado en su caso que recibirá de su AEIE Gaumukh. “No lo sé porque mi trabajo requiere mucha concentrac­ión. Cuandome planteo pasar esa responsabi­lidad a Fernando Peñame quedoque tranquila de que todo está bien hecho, porque lo que pido es poder estar tranquila y no tener problemas”, declara. Sin embargo, los problemas llegan. Según Duato, cuando se entera de que Imanol Arias está siendo inspeccion­ado por Hacienda por los ejercicios 2009 a 2010 decide deshacer la estructura que le ha creado Nummaria. Ya es tarde. En 2014 recibe una inspección por las rentas percibidas de 2010 a 2012 aunque esa inspección no detecta la trama empresaria­l ficticia, no considera que haya delito. La actriz paga lo que le exigen para así poder recurrir la inspección por la vía administra­tiva.

Ahora mismo, Imanol Arias tiene una deuda con Hacienda de 2,7 millones de euros por sus impuestos de 2009 y 2010, cuya gestión de cobro está suspendida con garantías. A esta deuda se suman los 1,8 millones de euros del caso por el que está actualment­e imputado. La diferencia

es que en este último caso se le imputa un delito, porque presuntame­nte hay una estructura ficticia creada con la intención de eludir el pago de los impuestos. La vía penal implica penas de cárcel, entre uno y seis años, y una multa de hasta el séxtuplo de lo defraudado. Si reconoce el delito, algo que aún no ha hecho pero que en la Fiscalía esperan que haga, la sentencia será condenator­ia pero con acuerdo, lo que puede dejar la pena y la multa en la mitad. Por el momento Arias defiende su inocencia, en busca del sobreseimi­ento, basada en los manejos que no conoció de Fernando Peña, aunque como primer paso hacia el posible acuerdo ya habría pedido el desbloqueo de sus cuentas y la posibilida­d de hipotecar los inmuebles que le han sido embargados para pagar toda la deuda.

Duato y Bernardeau tienen también la opción del pacto aunque en su caso el descuadre entre lo que paga Ganga Produccion­es por los honorarios de la actriz y lo que reconoce Gaumukh, entre otras incoherenc­ias, pueden complicarl­e el acuerdo. Y todo ello a la espera de que toda la documentac­ión que la Fiscalía está investigan­do no arroje nuevos datos sobre sus sociedades y su relación con Nummaria.

La última temporada de Cuéntame termina con un juicio por asuntos fiscales en el que tiene que declarar Merche. Los productore­s de la serie, que tras la auditoría interna de RTVE siguen con la duda de si continuará emitiéndos­e en el ente público, han llegado a un acuerdo con Atresmedia para que se emita en Antena 3. Ya están listos los nuevos guiones, en septiembre comenzará el rodaje y en enero de 2017 se estrenará la temporada 18. Pero lo que aún está por ver es si seguirá siendo de todos los españoles (como Merche y Antonio), o patrimonio privado (como Ana e Imanol).

Ana Duato declaró ante la AUDIENCIA NACIONAL QUE DESCONOCÍA EL DINERO DEL QUE DISPONE PARA VIVIR

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