Apocalipsis Ahora ( y Siempre)
VARIAS EDITORIALES RECUPERAN LOS ESCRITOS INÉDITOS Y LOS CUENTOS DE KURT VONNEGUT
en el mundo según , Kurt Vonnegut nuestro atribulado planeta siempre se está autodestruyendo por el solo placer de volver a empezar. “El tema de Vonnegut siempre ha sido el Día del Juicio Final, y nadie lo escribe mejor”, diagnosticó su discípulo . Y no
John Irving se equivoca: catástrofes ambientales, plagas miniaturizadoras, congelamiento de todo lo que anda por ahí, terremotos temporales… Vonnegut entendía que un escritor serio debía aniquilar, al menos una vez en su obra, cualquier rastro de vida. Y él se tomaba muy en serio su diversión. Tal vez eso tuviera su origen en este episodio traumático y (de)formativo: durante la II Guerra Mundial, el joven e inexperto soldado Vonnegut sobrevivió al bombardeo de los aliados a la ciudad deDresde. Salió de allí transfigurado en un escritor único e imprescindible que trascendió por mucho las fronteras de la ciencia ficción y conectó con las mentes jóvenes y contraculturales de un país convulsionado por JFK, Vietnam, elWatergate y el 11-S. “El fin del mundo no es, para Vonnegut, una simple idea; es una realidad que experimentó. Así, su prosa está siempre acompañada de una terrible belleza cuando retrata la más vasta de las destrucciones”, apuntó .
John Updike Su obra también parece desaparecer por el solo placer de volver a nosotros. Después de ser editado por Bruguera, Pomaire, Grijalbo... ahora Vonnegut regresa a nosotros a tres bandas: sus cuentos primerizos en Sexto Piso; sus escritos inéditos y póstumos en Malpaso, y sus títulos más clásicos en La Bestia Equilátera. Aquí vienen de n u evo sus mejores textos: Mira al pajarito (su antología logía de cuentos con estrafalarios personajes: un psiquiatra se con convierte vierte en asesor de homicidios, un hombre atrapado en un mundo kafkiano...), Madre noche (una especie de autobiografía/sátira sobre el amor y la guerra, la identidad y la culpa) o Que levante mi mano quien crea en la telequinesis y otros consejos para corromper a la juventud (nueve discursos que dio en las universidades, mezcla de consejos y humor).
Hombre sin patria por definición y norteamericano teamericano universal, las vacaciones —esa placentera zona de catástrofe, ese infernal paraíso— es un buen momento para reencontrarsereen contrarse o descubrir a quien advirtió que “nada impide que el Bien triunfe sobre el Mal, bastaría con que los ángeles se organizaranorgani zaran al estilo de la mafia”. Está claro que Vonnegut estaba del lado de los ángeles. Pero disparando a quemarropa.
“No soy más que una moda norteamericana perteneciente a un orden apenas superior al hulahoop”, mintió Vonnegut, con soberbia humildad, en una carta a su colega DanWake ield.