CABALLITOS DE COLORES
Robertoque se basa Enríquezla función cuenta quela historia estrena real este en mes la con voz grave y a veces con rabia contenida. Explica cómo N oreen Bruce escuchó atónita a su hijo Grayson, que se negaba aterrorizado a salir del coche para ir a la escuela: “Todo el mundo me odia”. El chico llevaba una semana sufriendo acoso por llevar una mochila de My little pony, sus dibujos animados favoritos. Pero la incredulidad de la madre se multiplicó cuando la respuesta del colegio fue prohibir al niño que usara esa cartera, decorada con caballitos de colores y pelo largo y sedoso, porque “favorecía el hostigamiento”. (Básicamente, según el consejo escolar, los empujones, los guantazos, los insultos... eran culpa de un crío de 9 años y de unos padres irresponsables). Para Enríquez protagonista junto a María Adánez de El pequeño poni, la obra que el dramaturgo Paco Bezerra, junto al director Luis Luque y los dos intérpretes, ha escrito en un work in progress el argumento del espectáculo está muy claro: “Se trata de saber qué hacer con el diferente y cómo enfrentarse al acoso cuando es tu hijo quien lo sufre”. Algo reacio alas pasarela s de las alfombras rojas, a Enríquez lo hemos visto crecer como actor alternando su trabajo con grandes — directores de teatro José Carlos Plaza, el añorado Tomaz Portaceli...— Pandur, Carme con una presencia continuada en la pequeña pantalla. Esta ha sido una gran temporada para el leonés. Ha triunfado en televisión como Fabio en Vis a vis y ha interpretado al sensual Al varo Mangiac avallo en La rosa tatuada de Tennessee Williams. Ahora es un padre que se niega a doblegarse ante una sociedad puritana que te obliga a adaptarte. “Deberíamos preguntarnos qué podemos hacer para ser más tolerantes, para no creer que unos somos mejores que otros”, nos dice. También tiene claro que la solución pasa“por mezclar culturas, favorecerla educación pública y tratar de que no se oculten los casos de bullying ”. Quizá haber tenido a sus dos mellizos le haya hecho cambiar su perspectiva sobre la vida. “Desde luego, ser padre me ha hecho ser mejor persona”.