¿LO OUIERO? LO TENGO
Empezaron a comprar ‘Picassos’ de adolescentes y se convirtieron en unos de los mayores y más poderosos coleccionistas de arte del mundo. Esta es la historia de la familia Nahmad: judíos, libaneses y con una vida de película.
n los años sesenta viajaban a menudo de París aMilán, donde residían, con el coche repleto de obras de arte. En uno de aquellos trayectos ataron un cuadro a la baca del automóvil porque no cabía en el maletero y tras conducir toda la noche, al llegar a Milán, se dieron cuenta de que el cuadro había volado. “Rehicimos el viaje de vuelta y encontramos la obra en un arcén”, ha contado (Beirut, 1947) en
David Nahmad más de una ocasión. Esta es solo una de las rocambolescas historias que han vivido los hermanos Nahmad, (fallecido
Joseph en 2012), (71 años) y (69), tres
Ezra David de los mayores coleccionistas de arte del mundo —poseen cerca de 4.500 obras valoradas en unos 2.800 millones de euros— y, en el caso de David, el segundo mayor coleccionista de obras de después
Picasso de la familia del pintor: tiene alrededor de 300 obras del malagueño.
LosNahmadnacieron enLíbanode un padre banquero judío que se arruinó con el crack del 29. En 1957 semudaron aMilán y años más tarde el mayor de sus ocho hijos, Albert, fallecía en un accidente de avión.
Joseph fue el primero en interesarse en arte, que por entonces no existía como mercado porque todo el mundo invertía en diamantes. Joe era un hombre joven, noctámbulo y despreocupado que empezó a comprar cuadros a todos sus amigos artistas. Sus hermanos Ezra yDavid se sumaron al negocio cuando aún eran adolescentes. “Entonces un Picasso costaba 15.000 dólares, un Légerd 100...”, recordaba David.
Joe nunca se casó ni tuvo hijos. Hoy, David y Ezra viven medio retirados en Montecarlo, donde dedican tiempo a otra de sus grandes pasiones: la ruleta. Mientras sus hijos, ambos llamados Hillel, el nombre del abuelo y patriarca, dirigen sendas galerías de arte en Nueva York y Londres. En 2014, el hijo de David, Helly, de 36 años e íntimo amigo de , pasó
Leo DiCaprio cinco meses en prisión tras una condena por organizar apuestas ilegales en su casa deManhattan.