ElArtedeSer EllaMisma
e crió en los estadios de fútbol americano: su familia paterna fundó los New York Giants y la materna, los Pittsburgh Steelers, dos equipos legendarios de la Super Bowl. Delicada, sensible, vegana yunpelínexcéntrica, resultacomplicadoimaginar a RooneyMara (Nueva York, 1985) como espectadora — infantil o adulta de un deporte violento donde enormes figuras corren, saltan y se golpean entre ellas. No obstante, Mara pone rostro a la nueva fragilidad femenina, de una belleza enigmática y capaz de sacar las garras. Su interpretación de la indómita Lisbeth Salander enMillenium: los hombresquenoamabanalasmujeres le valió su primeranominación alOscar. Y enWeightless, a las órdenes de Terrence Malick, comparte escenario con los Black Kiss guitarra desenchufada, por supuesto y Patti Smith. Ambientadaen laescenamusical de Austin (Texas), la cinta se estrena este año. Hastaentonces, encontraráalaactrizpor las callesdeNueva York y Los Ángeles, con la melena platino y acompañada de Jake Gyllenhaal, su rumoreada pareja. También en la alfombra roja, vestida de blanco y negro: dos tonos que, en ella, resultan igual de góticos. Como Beyoncé, es musa deRiccardo Tisci (Givenchy), pero Mara sabe que la interpretación es lo suyo. Como dijo en una entrevista: “No es muy diferente de jugar a las casitas con cuatro años. Y soy buenísima jugando a las casitas”.