Toca Para Mí
JAMES RHODES HA VUELTO, EN EL MES DEL CLÁSICO SUBTERRÁNEO
y tienen ames Rhodes Kazuo Ishiguro algo en común. Ambos aman a Bach y ambos podrían haber escrito un libro sobre cómo aprender a tocar, desde cero, un preludio del músico alemán en seis semanas con 45 minutos de práctica al día. Pero sólo uno de ellos lo ha hecho. James Rhodes, claro. El músico inglés, que se desnudó en el doloroso Instrumental, vuelve este mes con un Toca el piano (Blackie Books) que tiene mucho de manual confesional. Ishiguro, por su parte, también regresa, pero con una novela casi artúrica: El gigante enterrado (Anagrama), la historia de una pareja que quiere volver a ver a su hijo en una Inglaterra que aún cree en dragones y mazmorras. Y al homenaje que hace a
Simon Roy Stanley y subrillante adaptaciónde El Resplandor Kubrick enMi vida en rojo Kubrick (Alpha Decay) hay que sumar dos clásicos de la literatura subterránea: La familia real, de William (Pálido Fuego) y Mumbo Jumbo, de (LaFuga). El primero es una versión Ishmael Reed extendida y poderosamente desesperanzada del Última salida para Brooklyn de Jr., en Hubert Selby la voz del que, dicen, es el mejor escritor norteamericano vivo. Aquí, semete en la piel de un detective enamorado de su cuñada y a la caza de laReina de las Prostitutas, en un San Francisco lugúbre y terrible. El segundo es el clásico de la literatura afroamericana, mericana, un delirio absoluto que deconstruye deconstruye lahistoriadeHarlem, o laAmérica Negra, antes deHarlem. Y como cierre, una novela, por completo desconocida en España, que incluyó Harold Bloom en su celebrado Canon Occidental: Tula Springs Springs, de (Contra), una JamesWilcox suerte de Conjura de los necios protagonizada zada por dos hermanos, uno demasiado loser,loser el otro, demasiado guapo. T. Vollmann Izda., ilustración de de Turner. Dcha., de Phaidon.