Vanity Fair (Spain)

Heredar Arte y Sobrevivir

Cuando un artista cotizado muere, aparecen los abogados y los notarios. Recibir una obra maestra puede ser un regalo envenenado.

- JUANA LIBEDINSKY

El famoso crítico cultural británico

Stephen Bayley asegura que una de las máximas del mundo del arte es que el legado de los grandesmae­stros suele ser administra­do “por herederos peleados entre sí, coleccioni­stas especulado­res y arpías vengativas”.

El usufructo de un artista, que alguna vez fue un tema privado de la familia y sus abogados, hoy es reconocido como una entidad tangible que necesita administra­ción profesiona­l. Además de abogados, contables, notarios, gerentes, asesores y banqueros están listos para ofrecer sus servicios cuando un famoso muere —o cuando un muerto se hace famoso—. Sobre todo cuando pueden existir dudas sobre a quién van apertenece­r las obras. y no

Rothko Picasso dejaron del todo claro cómo se distribuir­ía su patrimonio y eso devino en juicios sucios y escandalos­os que entretuvie­ron al público por largo tiempo.

Sin ser de Rothko ni de Picasso, un muchacho conocido heredó una pequeña acuarela de un tío abuelo pintor. Se suponía que era un retrato de él como niño contento, pateando una pelota (al menos eso era lo que el artista le había dicho, el chico solo podía discernir una raya acuosa y un punto). El tío abuelo eventualme­nte resultó ser un exponente del minimalism­o de alguna importanci­a, y la obra de pronto fue codiciada por galeristas especializ­ados de todo el mundo. Antes de que el joven pudiera venderla, la última esposa del artista y algunos de sus hijos saltaron con amenazas de juicios para probar que no era él quien estaba retratado en el cuadro. Él siempre había sido un nerd que solo vivía para los ordenadore­s, así que argumentar­on que, claramente, no podía haber sido feliz con un balón. El equipo de investigac­ión que contrataro­n la viuda y sus hijos incluso consiguió que compañeros de la escuela testificar­an que el chico siempre había errado los tiros a portería. Siempre.

Todos esos recuerdos le hicieron bajar las defensas almuchacho, y, apesar deque él también se armó con unamaraña de asesores, terminó por entregar el cuadro a los otros herederos. Volvió a su vida apacible tras los ordenadore­s y lanzóuna aplicación diseñada para algo así como virtualmen­te tirar un pastel de nata en la frente a cualquier pariente del que se tuviera una foto. El invento resultó tener gran éxito, con los psicólogos mediáticos explicando por qué algo tan simple era tan gratifican­te. El joven, de pronto considerab­lemente rico, compró todos los cuadros de su tío abuelo, incluso el retrato con pelota, para posteriorm­ente donar la colección a un museo. Y, con algo del abundante dinero que sobró, se apuntó de por vida en una academia de fútbol. Si algún otromiembr­o de su familia resulta artista y lo quiere retratar con pelota, ya está listo para heredar y sobrevivir a ello. �

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain