¿Solo, Cortado o con Leche?

REPASAMOS LOS TEMPLOS DE LAS ‘SOCIALITÉS’ MÁS CAFETERAS

El café es un bálsamo para el corazón y el espíritu”, decía el compositor .

Giuseppe Verdi Incondicionales de una taza caliente del elixir estimulante, algunas de nuestras socialités favoritas desvelan cuáles son sus templos para disfrutarlo. Descúbralos aquí.

• THE ELEPHANT HOUSE ( EDIMBURGO)

J. K. ROWLING Que Harry Potter naciera en una de sus mesas contribuyó a la leyenda. Este es uno de esos lugares escoceses que igual sirven Scotch que un Earl Grey. Cuando la escritora levantaba la vista del papel, veía el castillo de Edimburgo.

• SWEET LADY JANE ( LOS ÁNGELES)

JENNIFER ANISTON Conocida como La Pastelería de los Famosos, aquí Jennifer Aniston encargó la tarta de su 40 cumpleaños y y Ellen DeGeneres Portia la de su boda. Su éxito confirma de Rossi que las estrellas también son golosas aunque la mayoría compre dulces veganos.

• ST. AMBROEUS ( NUEVA YORK)

GIOVANNA BATTAGLIA Le sobra energía, pero la editora de moda de W Magazine y Vogue Japón repone fuerzas en este café italiano de Manhattan. Un clásico del Upper West Side que se precia de tener el mejor capuchino de la urbe. La italiana lo suscribe.

• DANTE ( NUEVA YORK)

PATTI SMITH Primero fue el café Dante, en Greenwich Village, después el ‘Ino en Bedford Street —cuando cerraron, se llevó su mesa y su silla a casa—. Smith adora escribir en cafés. Siempre lo toma solo. De hecho, quiso abrir el suyo propio, el Nerval, un refugio para poetas y viajeros, según cuenta en sus memorias. Compró un edificio y lo remodeló, pero desistió.

• WIT TAMER ( BRUSEL AS)

REINA MATILDE DE BÉLGICA Es el epítome de un salón de té europeo y está en el Sablon, la plaza más aristocrática de Bruselas. Es el sitio favorito de la reina Matilde para comprar tartas y de una antigua compañera de colegio cuyo nombre nos suena: .

Diane von Furstenberg

• GRANDE CAFE DE L A POST E ( MARRAKECH)

ANDRÉ LEON TALLEY Cada vez que pisa Marrakech, el editor acude a este local de Guéliz. Fue fundado en los años 20, durante la ocupación francesa, de ahí que mantenga cierto regusto a un tiempo de panamás y espías.