DAMIEN HIRST TIENE UNA MANSIÓN DE ‘SOLO’ 300HABITACIONES
JANE AUSTEN, LEWIS CARROLL, TOLKIEN O UN TAL SHAKESPEARE SE INSPIRARON AQUÍ
(el rústico y exclusivo club privado que la cadena Soho House abrió recientemente en la zona) o se proveen de verduras orgánicas en Daylesford Organic Farm, la granja que Carole Bamford, esposa delmultimillonario de la construcción Anthony Bamford, ha convertido en un emporio. “Nos mudamos a Daylesford hace unos 30 años, sencillamente porque nos enamoramos de la casa y los jardines, y nos emocionó la idea de convertir en orgánicas las tierras de cultivo”, nos resume lady Bamford. Abrumado? No lo esté. Empiece la ruta por los Cotswolds en el punto que prefiera, y disfrútelos despacio. Conduciendo y parando de pueblo en pueblo. O a pie, siguiendo The Cotswolds Way, una ruta que recorre las 100 millas que separan Bath de Chipping Campden. Persiga el rastro de sus escritores favoritos —Jane Austen, Lewis Carroll, Tolkien, J. M. Barrie, Nancy Mitford o un tal Shakespeare—, que pisaron hace décadas o siglos esos mismos caminos y que inspiraron sus historias en los paisajes, gentes y ciudades que ilustran este texto. O busque las huellas del movimiento Arts & Crafts, liderado por William Morris, que tuvo su epicentro en los Cotswolds a principios del siglo XX. Y si le asalta la extraña sensación de encontrarse en el decorado de una película, no se sobresalte: es que es así. En los Cotswolds y sus residencias palaciegas se han rodado infinidad de largometrajes y series de televisión. Solo un par de ejemplos: en Blenheim Palace, la impresionante finca en Oxfordshire en la que nació Churchill y donde viven hoy los duques de Marlborough, Stanley Kubrick rodó Barry Lyndon. Y en Badminton House, Gloucestershire, en manos ahora de los duques de Beaufort, se ambientaron algunas escenas de Lo que queda del día. Muchas de esas casonas aceptan visitas, y están tan bien conservadas que si nos cruzáramos en ellas con un mayordomo llamado Stevens, nos parecería lo más normal delmundo. Pero que tantos duques y mansiones no nos confundan. Los Cotswolds no viven solo mirando al pasado ni son el exclusivo coto de caza de la aristocracia. Detrás de su pretendido inmovilismo, de su apariencia de foto congelada, sus ciudades y sus habitantes se están sacudiendo el polvo a manotazos.
Los Cotswolds también son un avispero de creativos e innovadores: jóvenes artistas y diseñadores están instalando allí sus talleres, están naciendo startups e iniciativas solidarias, se organizan festivales de rock y de teatro, se respira energía, emprendimiento e ideas nuevas. Como la de AnthonyWardle (expresidente de Saatchi & Saatchi) y su hija Eleanor, que el próximo mayo inauguran en Cheltenhamla primera feria de arte contemporáneo de la comarca, Fresh: Art Fair. “Exhibiremos 45 galerías de arte contemporáneo que mostrarán unas 5.000 obras —explica él—. Es sorprendente que una región tan rica culturalmente nunca haya tenido una feria de arte importante, y ese es un hueco que queremos llenar”. Pep Boixader y Cuca Riera, un matrimonio español de decoradores que llegó a Tetbury desde Madrid hace solo unos meses, acaban de abrir allí dos tiendas de diseño y antigüedades: Long Street Antiques y Antiq-BR. “Hace un par de años viajamos a los Cotswolds para visitar a un buen amigo que tiene una tienda fantástica en Tetbury, Brownrigg”, me cuenta Riera. “Al momento, Pep y yo lo vimos claro: habíamos encontrado el sitio ideal para vivir en familia y trabajar. Una de las cosas que más nos sorprendieron, aparte de la belleza de la zona, fue que tenía mucha vida. Los Cotswolds son muy cosmopolitas y muchas parejas apuestan por vivir aquí porque el espíritu que se respira es joven”. “Los Cotswolds —remataWardle, intentando resumir en una frase dónde radica el hechizo— reúnen en una región compacta y fácilmente accesible gran parte de todo lo que Gran Bretaña tiene que ofrecer. Es el perfecto microcosmos de Inglaterra”. �