KING
Seis películas, entre ellas El nacimiento de una nación (2016).
La supremacía cinematográfica de Aja Naomi King en el papel de la joven esclava Cherry de ese encendido grito de guerra que es El nacimiento de una nación, de Nate Parker (basada en la revuelta de Nat Turner en 1831), es como un bumerán perfecto que regresa desde aquellos años en los que King solo era parte del repertorio televisivo. Tras un puñado de apariciones en la gran pantalla (como “la optimista” en Damiselas en apuros, de Whit Stillman, y Rosa en la comedia ¿Cómo se escribe amor?) o series de prime time como Emily Owens M. D. y The Blacklist, King se embarcó en la nave nodriza de Cómo defender a un asesino, producida por Shondaland y protagonizada por la inexpugnable Viola Davis. La factoría televisiva Shondaland no crea tantas situaciones como estados cuánticos en los que los diálogos, la acción, los cambios de los personajes y los impactantes giros ocurren a una velocidad desconocida para un humano medio. La Michaela Pratt que interpreta King en esa serie ha estado en el candelero durante tres temporadas, y el papel de Cherry exigía una desaceleración rápida y la eliminación de los rasgos contemporáneos para encajar a la perfección en la época, el lugar y el ambiente trágico de la esclavitud sureña. King lo logra con tal arte que no se ve el arte, solo la elocuencia del acto de ser.