EL HOMBRE QUE SUSURRA A LOS CABALLOS
Su familia fundó el imperio textil Cortefiel, pero él cambió los talleres y telares por los hipódromos y establos. Entramos en su refugio, donde se crían algunos de los mejores purasangres ingleses de España.
Jueves, 12 de marzo. Siete y media de la mañana. Los prados reciben los primeros rayos de un tibio sol de invierno. Los potrillos comienzan a desperezarse en Dehesa de Milagro, la yeguada donde Felipe Hinojosa ( Madrid, 1948) cría algunos de los mejores purasangres ingleses de España. Este enigmático empresario es miembro de la familia que a finales del siglo XIX fundó los almacenes Cortefiel. Estaba escrito que él también tenía que trabajar en el emporio textil. Tras estudiar Económicas en la Universidad de Madrid y Gestión de Empresas en el IESE Business School, entró en Cortefiel. Llegó a ser director de compras, pero en 1994, cuando la firma salió a Bolsa, decidió apartarse de la gestión.
En 2005, los Hinojosa aceptaron una OPA y vendieron la marca de ropa al fondo de capital CVC. La operación, que reportó unos 780 millones de euros al clan, coincidió con la reapertura del histórico hipódromo de la Zarzuela de Madrid. Aprovechando esa coyuntura, Felipe, amante de la numismática, gran coleccionista y aficionado a las carreras de caballos, decidió dedicarse de lleno a la cría de purasangres a gran escala. Pese a la fama de su familia, el empresario lleva una vida social muy discreta, huye de los focos y las entrevistas. Pero hace una excepción y recibe a Vanity Fair en sus dominios, Dehesa de Milagro, en Navarra, la finca de 280 hectáreas donde cría los caballos que aceleran el pulso de millonarios, príncipes y jeques en los hipódromos más importantes del mundo. “Este negocio en el extranjero es una empresa más, pero en España es muy difícil rentabilizar la inversión”, explica mientras nos enseña las instalaciones. “Pero la alegría de ver ganar a un caballo criado por ti es algo inenarrable, hay que vivirlo. Ya no entiendo la vida sin esto”, añade mientras recorremos los prados, vigilados por un circuito de cámaras. Aquí la seguridad tiene sentido: algunos de estos especímenes pueden venderse por más de 100.000 euros y los sementales llegan a cobrar 2.500 euros por cubrición.
Carreras Siderales
El trabajo de Hinojosa ha comenzado a dar sus frutos. Su gran perla es Noozhoh Canarias, criado por la familia Bolaños en su yeguada, protagonista de reportajes en televisión y capaz de competir contra lo más granado de la élite europea.
“LA ALEGRÍA DE VER GANAR A UN CABALLO CRIADO POR TI ES ALGO INENARRABLE”
Es considerado el mejor caballo nacido en España en las últimas décadas. “Lo maravilloso de las carreras es que el triunfo es objetivo, viene fijado por el poste de llegada, sin jueces ni valoraciones externas”, reflexiona.
Pero aún hay más, ya que hace pocas semanas, en las opulentas carreras de Dubái, se destapó Heshem, también criado por Hinojosa y vendido a la familia real qatarí por algo menos de 100.000 euros. El ejemplar quedó en segunda posición en una de las carreras del turf dubaití, reportándole a su dueño, el jeque Joaan bin Hamad bin Khalifa Al-Thani, un premio de más de un millón de euros.
A Hinojosa no le impresionan las cifras que se manejan en ese mundo. Tampoco el “pedrigrí” de sus clientes. Pasa la semana en Madrid y los sábados y domingos en Milagro, aunque viaja con frecuencia con su mujer, Marcela, a Inglaterra o Francia, cunas del turf, donde mantiene contactos frecuentes con grandes propietarios de purasangres multimillonarios como los hermanos Alain y Gérard Wertheimer (dueños de Chanel), el coleccionista Guy Wildenstein o el banquero Edouard de Rotchschild.
Isabel de Inglaterra también forma parte de ese club vip. “Mi sueño es que uno de mis caballos gane el Derby de Epsom”, dice el empresario, refiriéndose a una de las carreras preferidas de la monarca, quien todos los años entrega un trofeo. Hinojosa no dormirá hasta que vea a uno de sus ejemplares retratado junto a
la reina.
LA FAMILIA REAL DE QATAR PAGÓ 100.000 EUROS POR ‘HESHEM’, UN EJEMPLAR CRIADO POR HINOJOSA QUE ACABA DE GANAR UN PREMIO DE UN MILLÓN Las instalaciones y los profesionales que trabajan en la yeguada Dehesa de Milagro, en Navarra, no tienen nada que envidiar a los mejores centros de cría del mundo. La finca está blindada: cuenta con un
circuito de cámaras de última generación que vigilan a los purasangres. Cada uno de estos caballos puede costar más de 100.000 euros.