MADE IN ASTURIAS’
En 2003 Isabel Pedemonte y Chipi Tornos comenzaron a diseñar ropa de cama en un taller de Oviedo. Nicole Kidman o Penélope Cruz figuran entre sus clientas.
Isabel Pedemonte y Chipi Tornos, las españolas que confeccionan la ropa de lencería de las estrellas.
Nueve mil kilómetros separan Oviedo de Hollywood. Pero Isabel Pedemonte y Chipi Tornos han sabido acortar distancias a golpe de camisón. En 2001 estas dos asturianas dejaron sus respectivos trabajos y emprendieron un viaje a India con una maleta repleta de contactos de fabricantes de ropa de cama. Dos años más tarde nació La Costa del Algodón, la marca de lencería preferida de las estrellas de la pantalla grande.
Isabel y Chipi han revolucionado el monótono mundo lencero con su propuesta de streetwear lingerie. Y lo han hecho en tiempo récord. Nicole Kidman luce sus camisones en la exitosa serie Big Little Lies —“Es fantástico que vista nuestros diseños, ella cuida mucho su imagen y además la proyecta”—; Emily Mortimer los lleva en La librería, la última película de Isabel Coixet; y Penélope Cruz o Salma Hayek los prefieren para la intimidad. Las prendas de La Costa del Algodón ya se venden en los grandes almacenes Neiman Marcus o Bergdorf Goodman de Nueva York y se exportan a Italia, Francia, Estados Unidos, Japón o Arabia Saudí.
El emporio de Isabel y Chipi nació en un pequeño taller de Oviedo y también ha irrumpido en los armarios —y alcobas— de las grandes damas de la sociedad internacional. La diseñadora Carolina Herrera es una de ellas. “Para nosotras es todo un halago que una persona tan educada y exquisita como Carolina nos escriba elogiando su bata favorita. Dijo que el color era divino”, explica Chiqui. Era rosa, por cierto. Ahora Vega Royo-Villanova, Eugenia Silva, Aeerin Lauder y otras socialites duermen con sus camisones.
¿Su secreto? Cada modelo de pijama o bata es cuidadosamente diseñado. Cortes depurados y estudiados, trabajados sobre el cuerpo que hacen que sienten a la perfección. Sus prints dibujados con mimo por sus creadoras en guache sobre cartulina definen colores y motivos que más tarde son estampados en las telas. Una máxima: los tejidos deben transmitir calidad, delicadeza y emoción.
El resultado son diseños sencillos y a la vez sofisticados y, sobre todo, versátiles: pueden utilizarse para dormir, para salir durante el día e incluso, con los complementos adecuados, de noche. Esa versatilidad de sus piezas ha conquistado también a la periodista italiana Paola Marzotto, quien ha regalado a su hija, Beatrice Borromeo, varias prendas de la última colección.