‘ LADY BOSS’
Cualquiera que hable del hedonismo californiano no ha pasado jamás unas Navidades en Sacramento”. Con esta cita de Joan Didion comienza Lady Bird, el debut en la dirección de Greta Gerwig (Sacramento, 1983). En la capital de California nacieron la autora de El año del pensamiento mágico, la protagonista homónima de Lady Bird (interpretada por la extraordinaria Saoirse Ronan) y Gerwig. Sin embargo, quien piense que esta ópera prima continúa con el patrón ya casi cliché del director que utiliza su primera película para contar su propia historia, se equivoca. “Nunca fui como ella, nada de lo que ocurre en el filme me pasó en la vida”, detalla la también actriz y guionista, a la que hemos visto en cintas como Frances Ha y Jackie. “Pero sí hay un núcleo de verdad”, apostilla. El corazón de este relato se construye sobre el camino a la madurez de una adolescente, sus primeras tentativas amorosas, su relación con sus padres y su manera de vislumbrar el futuro, que no es más que su forma de forjar su identidad. Este retrato naturalista y emotivo se ha convertido en la llave de acceso de Gerwig a un club minoritario, el de las mujeres nominadas al Oscar a la mejor dirección. Ella, además, ostenta un puesto de honor tras haber sido la primera en conseguirlo con una ópera prima. No es de extrañar: Lady Bird hace algo aún mejor que elevar lo cotidiano a la categoría de arte, eleva el arte a la categoría de cotidiano.