HA NACIDO UNA ESTRELLA
Alos insiders, el rostro de Leah de Wavrin (Lille, Francia, 1989) les resultará familiar. En su etapa como modelo, trabajó con los fotógrafos Paolo Roversi y Camilla Akrans, ocupó las portadas de Vogue o Numéro y desfiló para Chanel y Miu Miu. Pero, si no sigue el devenir de la industria de la moda, quizá haya reparado en la cuenta de Instagram en la que comparte su día a día, que tan pronto transcurre en Jodhpur — la joven y su pareja, el empresario George Scott, y su hija de ocho meses, Thelma, acaban de pasar cinco meses en India— o en Trasierra, el cortijo que la familia Scott regenta en Andalucía y que se ha convertido en lugar de peregrinaje para Kate Moss — De Wavrin es íntima de la condesa Debonnaire von Bismarck, suegra de la maniquí— o la familia real de Mónaco — allí se celebró en mayo la despedida de soltera de Ekaterina Malysheva, princesa de Hannover—. Ahora ultima el lanzamiento de su firma de estilo de vida, Thelma & Leah. Por lo pronto, diseña ropa de bebé “para todos esos niños bohemios que hay ahí fuera”, me cuenta esta enamorada del campo español que tiene en Slim Keith y Leandra Medine a sus iconos de estilo, y en su novio, una de sus fuentes de inspiración. “Es extremadamente desinteresado, se preocupa de todo y de todos”, dice. También en cosas tan insólitas como los huevos o los azulejos. “Miro a mi alrededor y mi mente se pone en modo creativo”.