CELEBUTANTE
Tienen un amplio catálogo de escudos de armas — descienden del Gran Capitán y en su familia hay duques, marqueses y condes—, pero ellas han creado “una marca de moda masculina sin marca”.
Ymelda e Inés Bilbao de la Cierva triunfan entre el who is who de la capital con su firma de moda masculina.
Trabajar en moda es lo opuesto a lo que imaginamos que íbamos a hacer en nuestras vidas —reconocen Inés e Ymelda Bilbao de la Cierva casi al unísono—. Ahora nos fijamos hasta en las corbatas que lleva nuestro vecino”. Juntas han fundado Cloking, una firma de moda masculina que goza de buena fama entre los jóvenes bien de la capital. Hasta el punto de agotar existencias. Poco antes de comenzar la entrevista, un repartidor llama a la puerta y descarga parte de la nueva colección. “¡Menos mal! Estábamos esperando esto desde hace semanas. Con las fiestas y las rebajas, los clientes han arrasado”, apunta Inés, la pequeña, de solo 21 años. “Yo ahora cojo el coche, cargo todo y lo llevo a la tienda”, añade Ymelda, de 23.
Las hermanas Bilbao descienden de Gonzalo Fernández de Córdoba, el noble castellano al servicio de los Reyes Católicos que se ganó el apodo del Gran Capitán por sus triunfos militares. Y están emparentadas con media nobleza española —su abuela materna es la marquesa de Poza, sus tíos son el duque de Terranova y el conde de Ballobar, y su árbol genealógico entronca con grandes casas ducales como la de Medina Sidonia—. Pero a ellas no se les caen los anillos a la hora de trabajar duro.
Desde que han abierto una boutique en la calle del Dr. Fleming, en pleno barrio madrileño de Chamartín, hacen de todo: atienden a los clientes, realizan los pedidos y se quedan hasta la medianoche limpiando el local. Cuentan con la ayuda de cuatro amigos y socios: Borja Mesa-Jareño, María Echevarría, Adrián Idiazabal e Ignacio Acitores. “La idea de Cloking fue de Borja. Él trabaja en una empresa de private equity (capital de inversión), pero vio un nicho, porque la moda masculina es muy cara y la que es barata no es de buena calidad”, explica Ymelda, la mayor y la más parlanchina.
Ese es, quizá, el secreto del éxito de Cloking, ofrecer prendas de calidad a bajo precio y producidas en Europa. “Y sin logos —les gusta decir a sus creadoras—. Una marca sin marca, para no opacar la personalidad y el estilo de los clientes”. Entre los socios de la firma hay psicólogas, consultores y financieros, pero ninguno se había formado en Diseño de Moda.
ISABEL SARTORIUS, AMIGA DE LA FAMILIA, FUE “MADRINA” DEL PRIMER DESFILE
Ymelda e Inés estudiaron Publicidad y Relaciones Públicas en el Centro Universitario Villanueva y son las únicas en su familia que se dedican al negocio textil. Su padre, Mikel Bilbao, es socio de un banco de inversión, y su madre, Teresa de la Cierva, periodista de belleza y salud.
Ellas han heredado el espíritu emprendedor de sus antepasados: están emparentadas con Juan de la Cierva, inventor del autogiro, el precursor del helicóptero. Empezaron estudiando todo sobre las telas, los patronajes y la distribución, y ahora los socios se han repartido los papeles que se necesitan para llevar adelante un negocio de retail. “Borja se encarga del diseño; Inés lleva las redes sociales; Adrián, las finanzas; Nacho, la logística; María, las compras; y yo, el marketing”, explica Ymelda.
Los seis pasaron cuatro años viajando por Europa y visitaron 2.000 fábricas hasta dar con los proveedores perfectos. “Fue una locura —recuerda Ymelda—, pero valió la pena. Fabricamos en Portugal, Turquía e Italia”. En junio de 2017 lanzaron la página web ( www.cloking.es) y organizaron un desfile en la discoteca madrileña Liberty. Fue un evento “familiar”, pero no todo el mundo tiene una familia como la suya.
Isabel Sartorius, amiga de sus padres, estaba sentada en primera fila, al igual que Patricia Olmedilla, duquesa de Terra- nova; Ymelda Moreno de Arteaga, marquesa de Poza y miembro de la Real Academia de Gastronomía; Marta Oyarzabal; Joaquín Astolfi, entre otros. Beltrán Lozano, nieto de la princesa María Margarita de Borbón y Lubomirska y primo lejano del rey Felipe VI, se subió a la pasarela e hizo de modelo. Tras el show, las ventas online se dispararon.
Pocos meses después abrieron la primera tienda física, porque los clientes “pedían ver y probarse la ropa”. Especialmente los trajes, que son uno de los hits de la marca. “Cuestan 159 euros, pero no son como los de las firmas low cost, que están hechos de poliéster y brillan en la oscuridad —aclara Ymelda entre risas—. Los nuestros son de confección directa y el patrón es tan bueno que parecen hechos a medida”. Entre sus clientes figuran muchos hombres de la sociedad madrileña: el productor musical Pepe Barroso, el teniente coronel de Artillería de la Casa Real Federico Ruiz, el ejecutivo Álvaro Milans del Bosch, Jacobo Patiño de Soto, Guillermo Benjumea...
“Tenemos compradores de todas las edades, de los 35 a los 60 años — explica Inés—. Pero también hay mujeres que compran para sus maridos, hijos, novios... y para ellas mismas. Ahora muchas se animan a vestir con camisas de gemelos, tirantes y corbatas”. Ellas, las primeras. “De eso se trata, de vender prendas que nosotras también compraríamos”.
POR EL APELLIDO CONOCERÉIS A SUS CLIENTES: PEPE BARROSO, ÁLVARO MILANS DEL BOSCH, GUILLERMO BENJUMEA...