UNA ESTRELLA PRECOZ
Todos los pasos de la breve carrera de Eliza Scanlen (Sídney, 1999) han sido precoces. El primero, el despertar de su vocación como actriz. “A los siete años mi madre nos llevó a mi hermana gemela y a mí al teatro. Recuerdo que me fascinó la vida en el escenario y, cuando crecí un poco, montaba mis propias funciones y obligaba a mis amigos a actuar”, ha contado. El segundo, su debut en su país de origen: después de interpretar a un personaje episódico en una serie infantil, se estrenó con un secundario en Home and Away, el longevo culebrón australiano (lleva ya más de 7.000 episodios emitidos) por el que también pasaron al inicio de sus carreras estrellas como Chris Hemsworth o Naomi Watts. Y el definitivo, su salto a Hollywood gracias a Amma, la adolescente ladina a la que interpreta en Heridas abiertas, la adaptación en forma de miniserie de HBO de la primera novela de Gillian Flynn ( Perdida) a cargo Marti Noxon en el guion y Jean-Marc Vallée en la dirección. En ella, Scanlen no solo comparte triángulo familiar con Amy Adams y Patricia Clarkson, además está a la altura de sus excelentes compañeras, que, según ha declarado, se convirtieron en sus mejores mentoras. ¿Su próxima parada? Está en conversaciones para participar en la adaptación que Greta Gerwig prepara de Mujercitas, esa oda a las gestas precoces. Como las de Scanlen.