Hacia Rutas Exóticas
AVENTURERO Y ‘FOODIE’, KIKE DEL OLMO HA CREADO UNA ISLA PARA DISFRUTAR DE LOS SABORES ASIÁTICOS EN BARCELONA
Después de recorrer Chile, Perú o la India, el trotamundos Kike del Olmo decidió dar un giro en su vida. Fotógrafo profesional, el hijo del locutor de radio Luis del Olmo cambió las instantáneas por la gastronomía. “A finales de los noventa vivía en Australia. Dormía en mi furgoneta, recogía frutas del campo y cocinaba en un hornillo.
Fue una época en la que no comía demasiado bien. Pero me trasladé a Tailandia y mi dieta dio un vuelco de 180 grados”, nos cuenta. Como no tenía muchos recursos, solía alimentarse en los puestos de la calle. Fue entonces, recuerda, cuando se enganchó a la gastronomía asiática.
“Con el pad thai de Bangkok y el marisco hecho a la brasa con lima y pimienta de la costa de Camboya, estalló una adicción que ha ido en aumento hasta hoy”. Ahora, esa pasión se plasma en Koh, una isla para disfrutar de los sabores exóticos en el creativo barrio de Poblenou, en Barcelona.
El chef Lluis Ferrer, un catalán que se fue a Japón para aprender los secretos de sus caldos, borda el ramen, el curry y los baos. Sus fideos son artesanos, la sopa se cocina durante 10 horas para que tenga un sabor especial y los panecillos chinos también los elaboran ellos mismos.
En Koh todo está hecho con mimo. “Queremos que, cuando des un bocado y cierres los ojos, te transportes a Asia”. Misión cumplida.