ANA LOCKING
Reinventa EL BLANCO
Mar de Frades cautivó a Ana Locking por una razón especial. “Es el único albariño que existe en una botella de color azul”, nos cuenta. Fascinada por el espíritu vanguardista de la bodega, Locking aceptó el reto de crear un nuevo diseño. Así nació esta colaboración tan singular, la versión más extraordinaria del célebre vino: una edición limitada —solo 30.000 unidades— que ve la luz este mes. “El punto de partida fue La gran ola de Kanagawa, un mítico grabado japonés que ha sido reinterpretado por miles de artistas a lo largo de la historia”, explica Locking. Concebido en el Atlántico, en plenas Rías Baixas gallegas, Mar de Frades se define como un vino indomable e inconquistable, por eso Locking se decantó por plasmar un océano salvaje. Rompedora, atrevida y amante de los juegos de texturas, la diseñadora ha querido hacer un guiño a su trabajo sobre la pasarela en la flamante etiqueta. “Cuando la acaricias, puedes sentir todos los relieves del trazado de la ola”, explica. De esa manera, Locking ha fusionado su pasión por los tejidos con el sabor de Mar de Frades, articulando una historia en torno al gusto y al tacto: los dos sentidos que más caracterizan a ambas marcas.
Además de esta joint venture, la diseñadora ha hecho su primera incursión en el interiorismo de la mano de Fashion Days. Después de decorar 10 apartamentos de lujo en Málaga, ahora es el turno de Luxemburgo y Berlín. Un brindis —con Mar de Frades, claro— por el buen diseño.
“Mar de Frades me conquistó con su creatividad. Es el único albariño en una botella azul”