LA PANDILLA DE
Carlos Moreno Fontaneda posa con sus amigos, periodistas, empresarios, deportistas y socialites, en uno de sus restaurantes. Tampoco faltaron sus perros.
Isabel II aceptó a Meghan Markle en cuanto vio a sus corgis arrullarse a sus pies. Algo parecido ocurre con Carlos Moreno Fontaneda: si sus jack russell no le ladran, está dentro. “Aunque a Pipa y a Cocó les gusta todo el mundo. ¡Y les encanta posar!”, cuenta el dueño de varios de los restaurantes de moda de la capital. En uno de ellos, El perro y la galleta, se tomó esta foto que reúne “a mis amigos de la infancia y de hoy”, apunta el anfitrión, que recuerda entre risas cómo el día de la inauguración Lorenzo Caprile pidió su postre favorito: “Leche con galletas”. Tatiana von der Pahlen e Irene Benjumea prefieren la “tarta de mamá”, un tributo a los orígenes familiares del empresario — su abuelo fundó la fábrica de Galletas Fontaneda— como colofón a sus célebres almuerzos, que congregan al quién es quién de la sociedad madrileña. Y es que antes de abrir un nuevo local el empresario invita a sus íntimos para que testen la carta. “Todavía no he probado un plato que no me guste”, asegura Amaya Valdemoro ante la fotógrafa Alexandra Diez de Rivera, que conoce a Carlos desde niño. “¿En qué ha cambiado desde entonces?”, le pregunto. “¡En que ahora está muchísimo más guapo!”, exclama mientras Carlos García- Calvo tararea a Burt Bacharach. Es casi la hora del aperitivo y el periodista y escritor no está para dulces: “¡Mejor la ensaladilla rusa con ventresca!”. ¡Marchando!