MÓNICA VINADER
Aquella joven española de 16 años que hace tres décadas llegó al internado de Tudor Hall, en Oxfordshire, para estudiar bachillerato es hoy una de las joyeras de referencia de Ferguson, o Middleton. Sarah Claudia Schiffer Kate La duquesa de Cambridge combina diseños de esta donostiarra con piezas de Cartier, Garrard o de la propia reina. “La he conocido en un ambiente formal. ¡Me parece fantástica!”, nos cuenta. Nacida hace 51 años en San Sebastián, vivió desde pequeña en Madrid, donde sus padres, y Rafael, tenían
Teresa una tienda de antigüedades. Estudió en el Liceo Francés y solía viajar a Inglaterra todos los veranos. Al cumplir los 18, Mónica se matriculó en Bellas Artes en la escuela City and Guilds de la London Art School. Cuando terminó la carrera, colaboró tres años con Tateossian, un conocido orfebre británico. Luego, se marchó a Argentina y México con su marido, Zoll,
Nick director de Nervous Waters, una empresa de viajes de caza y pesca. La pareja tiene una hija, Scarlett. En 2006, tras haber trabajado también como interiorista, regresó a Londres y se instaló en una countryhouse del condado de Norfolk, muy cerca de Sandringham, la casa de campo de los Windsor. Con la implicación de su hermana, —casada con el financiero
Gaby
Weston—, lanzó su empresa de joyas. Ahora, el negocio Jason factura millones de euros y está presente en Londres, Hong Kong o Nueva York. “Pero, en verano, preferimos Menorca”.