EL PODER DE UN ‘LIKE’
Hablamos con los expertos en moda que están detrás de las cuentas de Instagram más inspiradoras. Sí, las que le han recordado esa prenda hoy imprescindible: la ‘robe d’interieur’. Esta es su ‘storie’.
De las revistas de moda a la era de Instagram, así se mide ahora el éxito.
“EL PASO DE LA EXUBERANTE ELEGANCIA DE LOS CINCUENTA A LA SOBRIEDAD DE LOS SESENTA ES EL FAVORITO DE MIS SEGUIDORES” (CAROLINE RENNOLDS)
upeculotte, la cuenta de Instagram de la historiadora Milbank, alcanzó Caroline Rennolds hace unos días miles de likes en una foto de con una robe d’interieur de la colección Brigitte Bardot primavera-verano 1960 de para Yves Saint Laurent Dior. “El Museo Metropolitano de Nueva York tiene Christian una versión de esta maravilla de tafeta con estampado de lilas. Deslice para ver fotos de otro look de andar por casa de YSL para Dior, subastado recientemente, de uno más que llevó y que está hoy en el MET…”. El Pauline de Rothschild post continúa con varias imágenes y una descripción pormenorizada de las mismas en un ejemplo de lo que se puede encontrar hoy en esta red social: una forma tan amena como didáctica de conocer la historia de la moda, como admite Rennolds Milbank, antigua responsable del departamento de Vestuario de Sotheby’s y autora de libros y varios ensayos sobre el asunto. “Existe una enorme nostalgia por el arte y la belleza de la moda del pasado, que se ha incrementado notablemente gracias a un mayor acceso a ella. La historia de la moda solía ser una disciplina oscura, minoritaria. Tenías que recurrir a una biblioteca con una pequeña sección del tema, a librerías de
segunda mano en busca de revistas antiguas. Salvo que vivieras en París o en Londres, no tenías la posibilidad de ir a una exposición o una subasta. Todo eso está hoy al alcance de todos gracias a Instagram”, razona la experta, que señala “la carrera y posterior muerte de y su grandísimo talento”
Alexander McQueen como su período favorito. El de sus seguidores en cambio es “el paso de la exuberante elegancia de los cincuenta a la sobriedad de los sesenta” . Para esa década es precisamente
Julen Morras Azpiazu “la edad gloriosa de las revistas de moda”. Gracias a este guipuzcoano afincado en Barcelona, donde trabaja como jefe de Producto de la diseñadora Delgado, podemos disfrutar
Lydia de las grandes sesiones de fotos de Harper’s Bazaar, Vogue o Elle de esa época, o de publicaciones de los años veinte, “una etapa increíblemente moderna en cuanto a la visión de la mujer”, me dice. Empezó a coleccionar revistas en la década de los noventa: “Internet no era tan común y las cabeceras especializadas eran para mí la ventana a ese mundo maravilloso de belleza y creación”. Lo empujó su interés en —“El mejor fotógrafo”—,
Richard Avedon en —“Una mujer con una visión revolucionaria”—
Diana Vreeland y, por supuesto, en —“Sus
Cristóbal Balenciaga vestidos me fascinan y no era tan fácil encontrar información cuando yo era adolescente”—. Tres figuras tan extraordinarias que no hay paso del tiempo —ni like— que se les resista.
“LAS REVISTAS ERAN MI VENTANA A ESE MUNDO DE BELLEZA Y CREACIÓN” (JULEN MORRAS ASPIAZU)