Vanity Fair (Spain)

AMANCIO ORTEGA

-

Así es el dueño de Inditex y uno de los empresario­s más solidarios del país.

Sus donaciones y ayuda logística en tiempos de coronaviru­s han vuelto a poner a Amancio Ortega en el punto de mira. Vanagloria­do por muchos y criticado por algunos, sus gestos solidarios suenan a música celestial para las autoridade­s sanitarias. VERA BERCOVITZ descubre el lado más humano del dueño de Inditex y cómo su tozudez, dedicación y austeridad lo han convertido en la sexta fortuna del mundo y en uno de los personajes más enigmático­s de nuestro país.

28 DE MARZO,

cumple de Amancio Ortega, quedada para salir al balcón a las 21:00. Cantar cumpleaños, aplauso por su labor. Comparte”. Es el mensaje que horas antes del último sábado de marzo circuló por los móviles de media España. Ese día, al atardecer, ocho ambulancia­s aparcaron frente a la vivienda del dueño de Inditex mientras hacían sonar atronadora­s sus sirenas. Querían dar las gracias por las ayudas que el empresario ha prestado a las autoridade­s sanitarias en tiempos de coronaviru­s y esperaban, quizá, que Amancio Ortega (Busdongo, León, 1936) se asomase complacien­te a alguna de las ventanas de su vivienda. “Vamos, Amanciooo”, gritaba esperanzad­o un reportero gráfico que se había acercado hasta la zona para inmortaliz­ar el saludo soñado. En vano. “Eso no va a ocurrir. Es una persona que huye de la notoriedad. Aunque segurament­e le diría a su mujer que llamase a las personas correspond­ientes para agradecer el gesto”, nos revela una fuente cercana al matrimonio que pide anonimato. El impulsor de uno de los imperios textiles más importante­s del mundo es un hombre que rehúye los medios y nunca ha ofrecido una entrevista. “Una obsesión muy arraigada en él

y heredada, en parte, de su primera mujer, Rosalía [Mera]”, nos cuenta un antiguo colaborado­r durante casi 20 años del empresario. El propio Ortega se lo explicaba a la periodista Covadonga O’Shea, cuñada del fallecido Emilio Botín y autora del libro Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara, publicado en 2008: “Pretendo vivir tranquilo, ser uno más, poder ir a cualquier sitio, tomarme un café en la terraza de la Plaza de María Pita o dar un paseo con mi mujer por el Paseo Marítimo sin que sepan quién soy”. Aquella quimera le duró hasta que cumplió 63 años, cuando Inditex decidió difundir una foto de su fundador. Era 1999.

Zara es España

Los aplausos y las sirenas estaban justificad­os. Desde que la pandemia abrazara mortalment­e a España, la reacción de Inditex no tardó en llegar. Lo primero fue poner la logística del gigante gallego a disposició­n del Gobierno. La empresa ha establecid­o un corredor con China para traer a nuestro país respirador­es (1.200), mascarilla­s (21 millones), guantes (13 millones), test (485.000), pantallas faciales (384.000), batas impermeabl­es (181.000), gafas (100.000), buzos protectore­s (132.175) y cuatro robots para acelerar los resultados de las pruebas del coronaviru­s. En total han destinado 25 millones de euros en material sanitario. Varios vuelos semanales han llegado de China —10 convoyes desde el 23 de marzo y hasta el 3 de abril— al aeropuerto de Zaragoza, donde Inditex suele recibir y enviar sus prendas.

El gigante textil se ha comprometi­do, además, a mantener el sueldo de todos sus empleados durante el mes de abril —en un principio anunció que ejecutaría un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) a partir del 15 de abril si se prolongaba el estado de alarma, algo que ha ocurrido y que probableme­nte volverá a ocurrir—. De aplicarse un ERTE, Inditex anunció que solo afectaría a sus 25.000 empleados en tienda, mientras las divisiones de fábrica y logística —que emplean a otros 25.000 trabajador­es— seguirán a pleno rendimient­o. Con el primer anuncio, las críticas no tardaron en llegar. ¿Por qué tienen que hacerse cargo las arcas públicas de sufragar el paro de los empleados de un millonario? Un reproche que coexistía con reflexione­s mucho más prosaicas: Zara es España. Si Zara no aguanta, ¿qué será de España?

No es la primera vez que Ortega recibe críticas por sus gestos solidarios. Ya ocurrió en marzo de 2017, cuando donó 320 millones de euros a la sanidad pública para la lucha contra el cáncer. “No queremos caridad, queremos justicia social. Que nuestros impuestos cubran nuestras necesidade­s sanitarias”, repiten los discursos más izquierdis­tas. Consultado­s varios dirigentes de Podemos, ninguno ha querido hacer declaracio­nes. Sin embargo, el alcalde de Madrid, una de las ciudades más castigadas por el coronaviru­s, solo tiene palabras de agradecimi­ento. “Es un hombre que genera miles de millones en impuestos por su actividad. Encima hace una labor filantrópi­ca que todos los españoles tenemos que agradecerl­e”, nos asegura José Luis Martínez-Almeida. Y añade: “Lo único que ha hecho este señor en su vida es trabajar muy duro y llevar el nombre de España por el mundo”. El socialista Abel Caballero, alcalde de Vigo, tampoco entiende las críticas. “¿Que no tributa todo lo que debe? Tendría que perseguirl­o Hacienda y por ahora eso no sucedió. Su labor merece todo el reconocimi­ento”.

En efecto, la vida de Ortega, como le gusta que lo llamen —“Incluso su mujer lo llama así”, señala nuestra fuente—, se rige por un simple lema: Trabajo, trabajo, trabajo. Empezó con 12 años, después de acompañar a su madre a comprar comida a un ultramarin­os y escuchar al tendero una frase que lo desarmó: “Señora Josefa, lo siento mucho, pero ya no le puedo fiar más dinero”, confesaba en el libro de O’Shea. Aquella sentencia se convirtió de forma inesperada en su leitmotiv y, tras dejar la escuela, empezó a trabajar siendo un niño. Hoy, a sus 84 años, y recién estrenado de nuevo como abuelo —su hija Marta dio a luz a Matilda el 21 de marzo—, Ortega sigue yendo a trabajar cada día. No importa

que se retirase semioficia­lmente hace 10 años, cuando cedió la gestión de su imperio al actual presidente y director ejecutivo, Pablo Isla. “Todos los días acude a Zara Woman. Es su obsesión. Su mesa está en el Departamen­to de Producto, no tiene ordenador y una persona le gestiona el mail”, nos cuenta un antiguo cargo que trabajó siete años en Inditex, quien desvela el secreto de su éxito: su profundo sentido común. “También es pragmático y muy cabezota. A veces, cuando se empeñaba en algo, los empleados de confianza decían que se imponía por el Decreto 33 —en referencia, probableme­nte, a la expresión coloquial ‘Mis cojones 33’—. Con los años se ha calmado, pero es muy temperamen­tal. Siempre ha dicho lo que no le gustaba y daba un puñetazo en la mesa si hacía falta. Aun así, sabe escuchar. Le gusta la gente que lo confronta y le dice las cosas claras”.

“Cuando ya aparecía en la lista Forbes, un día me comentó: ‘Lo único que quiero es comprarme una casa frente al mar”

Un hombre de costumbres

Su rutina lleva años siendo la misma. Antes de llegar a Inditex desayuna dos veces, primero en casa y luego en el Club Financiero con amigos de toda la vida. “Muchos de ellos trabajan con él desde los inicios”, nos cuenta una conocida de la familia. En este lugar, clásico y elegante, a veces Ortega también acude al gimnasio o a la piscina climatizad­a. Luego el chófer lo lleva hasta Arteixo, donde está la sede de Inditex. Nada de sentarse atrás, el jefe ocupa el asiento del copiloto.

Cuarto hijo de un ferroviari­o y un ama de casa —su hermano Antonio, cofundador de Inditex, falleció en 1987; Pilar murió en 1996; y su hermana Josefa, Pepita, ha trabajado con él—, es de una austeridad enfermiza. “Cuando ya aparecía en la lista Forbes, un día me comentó: ‘Lo único que quiero es comprarme una casa frente al mar”, continúa nuestra fuente. Y lo hizo. Un edificio de cinco plantas que mira a la dársena del puerto de A Coruña. En las plantas bajas viven Amancio y Flora. En el ático, Marta con sus hijos —Amancio, de seis años, y la recién llegada Matilda— y su marido, Carlos Torretta. Sus gustos culinarios tampoco son muy sofisticad­os. Sus platos favoritos son la tortilla de patatas y los huevos fritos con chorizo y pimientos. Se escandaliz­a cuando suben en exceso los precios

Antiguo colaborado­r

de un restaurant­e: ‘Esto se ha puesto imposible’, y sus mayores alardes económicos están relacionad­os con darle gusto a su hija Marta, como la espectacul­ar hípica de Casasnovas y la aún más espectacul­ar boda que la heredera celebró en 2018 en A Coruña con su segundo marido, Carlos Torreta. Algo nuevo en Ortega, que ha educado a sus vástagos según los cánones de austeridad que practica. “Jamás la vimos como la hija de un señor muy rico. Había hijos de fortunas mucho menores, como el de un constructo­r gallego que llegaba al colegio en un Ferrari”, recordaba un compañero de colegio de Marta.

A diferencia de su hija pequeña, Sandra —la primogénit­a, fruto del matrimonio Ortega con Rosalía Mera— ha heredado la inflexible discreción de sus padres. Sus primeras fotos trascendie­ron a raíz del entierro de su madre, en 2013, y poco se sabe de su marido, Pablo Gómez, directivo en Inditex, ni de sus tres hijos: Martiño, de 23 años; Antía, de 19; y Uxía, de 15. “No hay relación entre las dos familias. Él es una víctima que está en medio y sufre por ello”, asegura nuestra fuente.

Otro de los secretos de su éxito es, sin duda, mantener los pies en el suelo. Como muestra su asombro aquel día en Roma que la princesa dueña del Palacio Colonna se empeñó en conocerlo. Su amigo Paco Vázquez, exalcalde de A Coruña y exembajado­r de España ante la Santa Sede se molestó: “¿Pero tú sabes quién eres?”. A lo que él contestó: “Perfectame­nte, por eso te digo que no es para tanto”.

 ??  ?? RETRATO DE UN EMPRESARIO Amancio Ortega durante una competició­n hípica en Casas Novas en 2017.
RETRATO DE UN EMPRESARIO Amancio Ortega durante una competició­n hípica en Casas Novas en 2017.
 ??  ?? 1
1
 ??  ?? 3
UN EMPRESARIO SOLIDARIO (1) Sede de Inditex en (2) Arteixo. Con Flora, su (3) mujer. Ambulancia­s (4) frente a su casa. Con su hija Marta y su yerno. (5) Material sanitario donado por Inditex.
3 UN EMPRESARIO SOLIDARIO (1) Sede de Inditex en (2) Arteixo. Con Flora, su (3) mujer. Ambulancia­s (4) frente a su casa. Con su hija Marta y su yerno. (5) Material sanitario donado por Inditex.
 ??  ?? 2
2
 ??  ?? 4
4
 ??  ?? 5
5
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain