Le encantan las joyas antiguas, el cine, Isabel II y, sobre todo, la marca para la que trabaja: Roger Vivier. Gherardo Felloni —no confundir con Fellini— tiene una imaginación tan fértil como su jardín de París.
Gdejó París, herardo Felloni donde vive, a principios de marzo para volver a su Toscana natal. “Quería estar cerca de mi familia”, me cuenta al teléfono desde el lugar donde se propuso de niño diseñar zapatos. Y hacerlo para Vivier.
Roger
A sus 38 años puede dar ambos sueños por cumplidos. “Nací para hacer Vivier. Siempre quise trabajar aquí. Probablemente, era mi destino. Aunque no creo en el destino”, bromea.
El, desde 2018, director creativo de la mítica marca de calzado fundada por el señor Vivier en 1946 —célebre por haber calzado entre otras a la reina
Isabel II en el día de su coronación o a
Catherine en Belle de Jour— creció entre zapatos. Deneuve “Mi familia tiene una fábrica desde 1958. Cuando era niño, mi padre me llevaba allí. Recuerdo al hombre que cortaba el cuero rodeado de trozos de piel de colores, el olor del pegamento…”. Felloni aprendió casi sin querer el oficio, que perfeccionó en o en Dior,
Miu Miu donde coincidió con
John Galliano. “Es un genio, sin duda. Tiene las ideas muy claras y no teme hacer preguntas. Me maravilla lo que hizo en la maison”.
En la presentación de su próxima colección en un palacio de París hubo adivinos y María Antonietas con caretas de gato. Felloni tiene una imaginación desbordante que cultiva con mimo, como su jardín. Le inspiran tanto el arquitecto
como las joyas antiguas —que Gio Ponti no duda en lucir—, las estrellas de cine de los cuarenta y cincuenta “y, por supuesto, la Deneuve”. Su película favorita es La muerte os sienta tan bien “¿Calzar a
Meryl Streep? ¿Por qué no?”.