MEMORIAS DE ÁFRICA
¿Un des le en un escenario lleno de árboles plantados para la ocasión? Así presentó Dior su colección primavera-verano 2020 con ayuda del colectivo de paisajistas Coloco. A la sombra, una misteriosa a cionada a la jardinería.
Despedimos a Peter Beard repasando sus mejores fotografías.
Fue a través de las pitonisas —el modista era muy supersticioso— que supo Christian Dior las dos noticias más importantes de su vida: que triunfaría como diseñador —“¡Será extraordinario! ¡Esta casa revolucionará la moda!”, le auguró una vidente llamada La Abuela— y el regreso de su hermana “deportada” del campo de concentración de Ravensbrück.
Dior, que falleció en 2008, fue una de Catherine las mujeres más importantes en la vida del inventor del new look, la silueta con la que, tal y como pronosticó La Abuela, monsieur
Dior revolucionó la moda tras la
II Guerra Mundial. Entonces, su querida hermana fue encarcelada por los nazis acusada de colaborar con la Resistencia.
Cuando por fin fue liberada, Catherine se instaló en el sur de Francia, donde se dedicó a cuidar de las flores del jardín. Primero, en la casa familiar de Callian, en la Provenza. Luego, en el castillo La Colle Noire. Ella inspiró, por cierto, el vestido Miss Dior con mil flores bordadas de la colección de alta costura de 1949 y el perfume homónimo de la maison. Y, hasta que la biografía en la que trabaja la periodista arroje algo de luz sobre
Justine Picardie su fascinante historia, para saber algo más de Catherine tenemos que observar con detenimiento la colección de prêt-à-porter primavera 2020 de Christian Dior que está inspirada en ella. “Una mujer que tuvo una vida muy dura, pero que renació gracias a las plantas”, dice la directora creativa de Dior, Chiuri, que admite
Maria Grazia que gran parte de su trabajo consiste en profundizar en su legado.
Quizá ese pasado remita, como pedía la editora internacional de Vogue Menkes, a “un bouquet
Suzy de flores del Midi de las que tanto confortaban a Catherine”. Sin embargo, para presentar la colección Chiuri recurrió al colectivo de paisajistas Coloco y plantó un bosque en el Hipódromo de Longchamp, cuyos árboles de diferentes especies serían posteriormente reubicados en varias zonas de la ciudad. Una forma de transformar el bagaje
“TENEMOS QUE TOMAR CONCIENCIA DE QUE CADA ACCIÓN DEBE MEJORAR EL PLANETA, CUYA FINITUD RESULTA EVIDENTE”
de Dior en “acción”. Así, si la ropa rinde homenaje a la afición de Miss Dior a través de bordados florales, materiales como la rafia y simpáticos gorritos de jardinera, el montaje alertó sobre el cambio climático en general y la deforestación del Amazonas en particular. “Trabajar con Maria Grazia ha sido tremendamente intenso y profundo. El objetivo era dejar huella en el corto espacio de tiempo que dura un show”, me dice desde París Bonnenfant,
Nicolas cofundador de Coloco, a quien he de formular dos preguntas obligadas: la primera, sobre el futuro de los desfiles. “¿Podremos derrochar? La respuesta es no.
Tenemos que tomar conciencia de que cada acción debe mejorar la vida en el planeta, cuya finitud resulta cada vez más evidente”, responde este paisajista que cree que, si la moda fuese un bosque, sería sin duda tropical, “bañado por una atmósfera luminosa y húmeda, en la que los árboles son la base de miles de plantas, pájaros, mamíferos e insectos”. La segunda es más práctica —e interesada—. —¿Cómo plantar un pequeño jardín urbano? —Ante todo, debe satisfacer sus gustos. Sin límites. Ha de incluir la abundancia de la naturaleza y los ciclos de la vida. Plante con capricho y pasión.