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Los bajos niveles de contaminación registrados durante el confinamiento o las imágenes de las aguas cristalinas de Venecia circulando en redes sociales son el claro ejemplo de que el planeta necesita un respiro. Algunas empresas, conscientes desde hace tiempo del impacto de sus acciones en el medioambiente, han atendido la llamada de auxilio de la Tierra. Un ejemplo de esa concienciación es el plan de acción de la firma de calzado Callaghan, que, desde la creación por parte del Ministerio de Medio Ambiente del Registro de Huella de Carbono en 2014, ha calculado de forma voluntaria su huella de carbono y ha registrado toneladas de CO2 emitidas durante los últimos cinco años. En aras de subsanarla, la marca ha establecido una serie de acciones que le ha permitido disminuir el nivel de emisión de gases de efecto invernadero, consiguiendo así ser una empresa neutra a nivel de emisiones de CO2 que le ha permitido obtener el sello acreditativo de Calculo y Reduzco por parte del Ministerio de Medio Ambiente. Entre dichas medidas, además de emplear el 100% de energía renovable en sus plantas de producción, destaca un proyecto de absorción de CO2 propio: la plantación, en Arnedo (La Rioja), de un bosque de seis hectáreas con más de 30.000 árboles, entre los que podemos encontrar pinos y encinas, además de otras especies. Gracias al CallaghanO2 —así han bautizado este espacio verde—, la firma ha conseguido compensar el 100% de sus emisiones de CO2 a la atmósfera. Reducir, reutilizar y reciclar. Esta es la estrategia de Callaghan ante esta nueva realidad. Porque Tierra solo hay una. callaghan.es