ESA CARITA DE ÁNGEL
El 22 de julio salen a la venta objetos de la colección privada de la condesa viuda de Bathurst, una de las familias más antiguas de Inglaterra.
El nombre de Gloria aparece históricamente unido a adjetivos como glamour y estilo. ¿Quién no recuerda a Gloria Swanson, Gloria Vanderbilt o Goldsmith? En esta Gloria ocasión nos centraremos en una menos conocida, pero no menos interesante: la controvertida condesa viuda de Bathurst, Clarry.
Gloria Nacida en Nueva Jersey en 1927, cuentan que desde pequeña fue tan ambiciosa como tacaña y que siempre tuvo muy claro su afán por trepar en la escala social. Cuando apenas era una niña se instaló con su familia en Londres y a finales de los cuarenta ya se había convertido en modelo de Dior y de Jacques Fath. Llegó a ser una de las mujeres más conocidas en Gran Bretaña, pero no logró su objetivo hasta los 38 años, cuando se casó con
Rutherstone, un abogado David viudo con tres hijos miembro de una familia inglesa de artistas y coleccionistas. Tras enviudar en 1975, volvió a pasar por el altar tres años después con John,
Henry Allen octavo conde de Bathurst. Desde entonces la vida de la pareja transcurrió entre Cirencester Park —una finca con bosques y una mansión llena de obras de arte en Gloucester— y su casa de Londres, en Chelsea.
Dedicada a la vida social y de campo, Gloria no hizo demasiado caso a los hijos del primer matrimonio del conde, con los que mantuvo una relación cordial hasta 2011, cuando Henry falleció. Por ley, la condesa tenía que abandonar la casa familiar y trasladarse a otra más pequeña —Manor Farm— pero se resistió hasta el punto de llevar a su hijastro Allen, el actual conde de Bathurst, a los tribunales. Aunque perdió los litigios, no cejó en su lucha y declaró la guerra a la familia.
Tras su muerte en 2018, legaron sus pertenencias a varias instituciones benéficas y a dos amigos decoradores. Ahora Christie’s subasta un lote con algunos de esos objetos entre los que destacan una colcha obsequio a la primera lady Bathurst de la reina Ana o una vajilla alemana regalo de Guillermo III de Prusia. En cuanto a nuestra protagonista, nos consta que sus hijastros no la echan de menos. Que Dios la tenga en su gloria.
Gloria llevó a los tribunales a su hijastro tras resistirse a abandonar la casa familiar