Y Madonna revolucionó España
Hace 30 años la diva visitó por primera vez nuestro país con su Blond Ambition World Tour, engañó a Pedro Almodóvar y simuló una felación con una botella de Vichy Catalán.
Siempre ha sido consciente de que sus shows comienzan desde que se baja del avión privado, algo que hace ahora tres décadas dejó Madonna patente durante su primera visita a España con motivo de su tercera gira mundial: Blond Ambition World Tour. Mientras llevaba a cabo los conciertos, fue grabando a lo largo de distintas ciudades el documental sobre la gira que posteriormente estrenó en el Festival de Cannes:
En la cama con Madonna. Entonces, su hermano Christopher —con quien hoy no se habla— era el director artístico. Ciccone Y él lo cuenta claro en sus memorias: “Lo que hace mi hermana ahí no es más que una actuación, aunque sea la mejor que ha hecho en su vida. Todo es una fachada artificiosa”.
El artificio también formó parte de aquellos días en España. Llegó el 25 de julio al hotel Villamagna de Madrid, de donde salió para correr 35 minutos por la calle de Serrano y el parque del Retiro. La acompañaban siete guardaespaldas que detenían el tráfico en cada esquina para que no tuviera que preocuparse de los semáforos. La noche siguiente, la anterior al concierto, Pedro le preparó la mítica fiesta flamenca del Palace Almodóvar donde ella quería conocer a Banderas, eje central del
Antonio documental, “hasta el punto de ponerle un avión para que viniera”, reconoce el organizador, Ferrando. Todo ello,
Carlos a pesar de sentirse “muy afectada”, según su publicista, Liz Rosenberg, por la muerte en accidente de tráfico de dos conductores británicos que llevaban a Vigo parte del escenario. A la cantante le interesaban tan poco las mujeres de aquella fiesta que solo se preocupó de meter mano a los actores por debajo de la mesa e incluso intentó que no estuviera, por alta
Bibiana Fernández y guapa. “Quizá interpretaba un papel, pero muy desafortunado”, confesó más tarde Alaska. Han tenido que pasar 30 años para que el manchego admita en un artículo recientemente publicado que todo fue un engaño y que aquellas cámaras no eran para tener unas imágenes de recuerdo, como ella le contó. Pero hay más. Un detalle evidencia las otras tomas grabadas en España: el simulacro de felación con una botella de agua que la cantante realiza en el documental. No solo por las aceitunas en la mesa, sino por la etiqueta de Vichy Catalán de la botella.
Madonna intentó que Bibiana Fernández no estuviera en la iesta