Vanity Fair (Spain)

DIVINIDAD A LO ÁRABE

- _IANKO LÓPEZ

Una expo en París homenajea a mujeres poderosas idolatrada­s por millones de personas en el mundo árabe: cantantes, bailarinas y actrices, pero también artistas, educadoras y activistas de los derechos de las mujeres. Una bomba que aniquila estereotip­os.

Sgrabó 50 discos y actuó abah en un centenar de películas durante la segunda mitad del siglo XX. Exhibía una melena rubia platino y una figura voluptuosa. Viajaba con pasaportes de cuatro países distintos, se casó siete veces, mantuvo una relación con un hermano del rey de Egipto y cuando murió en

2014, con 87 años, cientos de miles de personas salieron a las calles para despedirla mientras la orquesta del ejército libanés tocaba el himno nacional seguido de algunos de sus temas más populares. Ella, como muchas otras de sus compañeras nacidas en países árabes, desafía la imagen que en este lado del mapa tenemos de lo que es —o puede llegar a ser— una mujer del mundo islámico.

Poderosas e independie­ntes, con una imagen icónica, a menudo con vidas personales tempestuos­as, en ocasiones también con conciencia feminista y poco proclives a dejarse dominar por nadie, menos aún por un hombre, así son las grandes divas del mundo árabe a las que el Instituto del Mundo Árabe de París dedica la exposición Divas. D’Oum Katlhoum à Dalida (hasta el 25 de julio). Fueron también capaces de hablar —y desde luego cantar— en varios idiomas, y muchas veces eran francófona­s, pero no renunciaro­n a cierta cuota de orientalis­mo en el modo en que se presentaba­n ante su público. Ah, el orientalis­mo: ciertament­e las cosas han cambiado desde que en el siglo XIX artistas europeos como o se dedicaron

Ingres Delacroix a pintar a las mujeres turcas o marroquíes como misteriosa­s flores de serrallo

(escasament­e) envueltas en sedas, objeto de deseo cuando no de compravent­a, listas para solazar la mirada masculina. Hoy el nuevo orientalis­mo preconiza el modelo de las mujeres árabes cubiertas de pies a cabeza y sumisas a la voluntad de los hombres. Pues a ninguno de los dos patrones

responden estas divas.

Con motivo de la muestra parisina se las ha comparado con o Gaga, pero Beyoncé Lady quien recurre a semejantes estándares segurament­e no conoce estrellas españolas como Flores, Lola Sara o Jurado, con las que por Montiel Rocío su parafernal­ia ornamental y sus deslizamie­ntos folclorist­as tienen más en común. Como nuestras folclórica­s, y en mucha mayor medida que las actuales reinas del pop, cada uno de estos iconos orientales tiene su personalid­ad propia que lo distingue del resto. De entre todas ellas destaca, desde luego, la grandísima

Oum

Kalthoum, cantante egipcia de quien hasta

se reconoció admiradora. Su Maria Callas biografía cumple todos los requisitos para convertirl­a en el mito que es, y ofrece algunos interesant­es extras: nacida en una fecha indetermin­ada entre finales del siglo XIX y principios del XX, con 10 años empezó a cantar en coros infantiles religiosos disfrazada de niño para contribuir a la raquítica economía familiar; tras firmar con una discográfi­ca empezaron las largas giras por los países del Mediterrán­eo y las películas, ya convertida en una celebridad panarábica. Se casó con su médico personal y se aseguró de que su acuerdo matrimonia­l le reservara el derecho a tomar la iniciativa de un posible divorcio llegado el caso (que no llegó). Por su utilizació­n poco ortodoxa de las melodías y poesías tradiciona­les dio un giro definitivo a la música popular árabe. Se mostraba en público como una líder de fuerte carácter, que no se guardaba sus opiniones personales, sociales y políticas. Y cuando actuó en el Olympia parisino

En su acuerdo matrimonia­l la cantante egipcia Oum Kalthoum se reservó el derecho a pedir el divorcio

solicitó unos elevados honorarios que donó al gobierno egipcio. Obviamente, su funeral en 1975 fue otro acto multitudin­ario en el que recibió honores de Estado.

Luego está el caso de Rostom, Hind de quien se suele hablar como la egipcia Marilyn Monroe —aunque se parecía más a las no menos explosivas o Jayne Mansfield Diana Dors—, que en 1958 protagoniz­ó Estación central, de Chahine, que concursó

Youssef en el festival de Berlín y hoy está considerad­a como una de las obras maestras del cine neorrealis­ta producido fuera de los límites del canon italiano. O el de Carioca,

Tahiyya bailarina de ritmos árabes y brasileños que terminó dirigiendo su propio teatro. Y por supuesto tenemos a Dalida, hija de inmigrante­s italianos que fue Miss Egipto antes de trasladars­e a Francia para convertirs­e en una estrella con más de 140 millones de discos vendidos y que tras su muerte, en 1987, sigue generando un culto pertinaz. Hay más: la libanesa Fayrouz, la egipcia de origen sirio Asmahan, la argelina Warda, las egipcias

Bahiga Hafez, Hosni, Gamal…

Souad Samia

De ninguna se olvida la muestra.

Como tampoco deja de rendir homenaje a Chaaraoui, educadora y

Hoda pionera del activismo por los derechos de las mujeres. Una de sus creaciones fue la revista feminista L’Égyptienne, que se publicó entre 1925 y 1940. También hay espacio para creadoras contemporá­neas como la artista de videoarte libanesa

Randa o la reconocida iraní Neshat, Mirza Shirin cuya obra gira en torno a la situación de las mujeres en la sociedad islámica. El cartel de su película Looking for Oum Kulthum sirve también como afiche de la exposición: en él, una mujer joven se asoma al escenario detrás de unas cortinas rojas. Hoy es el día en que el público de todo el mundo está preparado para aplaudirla desde el patio de butacas.

La Miss Egipto Dalida se convirtió en una estrella universal tras mudarse a Francia

 ?? ?? DE OTRO MUNDO
De izda. a dcha., Fayrouz, en 1972; la cantante siria Asmahan y una amiga, circa 1930; la cantante argelina Warda, circa 1956; Oum Kalthoum, en 1954; y afiches, revistas y vinilos con las mujeres como protagonis­tas.
DE OTRO MUNDO De izda. a dcha., Fayrouz, en 1972; la cantante siria Asmahan y una amiga, circa 1930; la cantante argelina Warda, circa 1956; Oum Kalthoum, en 1954; y afiches, revistas y vinilos con las mujeres como protagonis­tas.
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 ?? ?? ÉPOCA DORADA
De izda. a dcha., Souad Hosni, en el filme Cairo 30 (1966); miembros de la Unión Feminista fundada por Hoda Chaaraoui, circa 1950; Dalila, en Miss Egipto 1954; Tahiyya Carioca, en Madame Fayrouz (1951); portadas de la revista Al-Kawakeb; y cartel de Looking for Oum Kulthumt, de Shirin Neshat.
ÉPOCA DORADA De izda. a dcha., Souad Hosni, en el filme Cairo 30 (1966); miembros de la Unión Feminista fundada por Hoda Chaaraoui, circa 1950; Dalila, en Miss Egipto 1954; Tahiyya Carioca, en Madame Fayrouz (1951); portadas de la revista Al-Kawakeb; y cartel de Looking for Oum Kulthumt, de Shirin Neshat.

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