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ARQUITECTURA: MANUEL RIVAS. FOTOGRAFÍAS: MR. TEXTOS: JOAN GUINARDÓ.
La idea principal al construir esta casa era poder apreciar la montaña desde todas las estancias de la misma. De este modo se organiza todo el programa en un prisma rectangular con dos frentes a noreste y suroeste respectivamente, cuyo grado de rotación responde a la comunión entre visuales a la sierra de Les Guilleries y la búsqueda de asoleamiento.
La vivienda se desarrolla en dos PLANTAS: sótano y planta baja
La ENVOLVENTE exterior se compone de muros dobles con cámara de aire
El pavimento interior de la planta baja es de PARQUÉ natural de jatoba aceitada, de apariencia rústica
Las paredes INTERIORES están acabadas con placas de yeso laminado pintado
La cocina se caracteriza por su CLARA funcionalidad y su reducción a lo esencial
Los baños gozan de VISTAS a la montaña, enmarcadas por pequeñas ventanas
La parcela cuenta con una superficie total de 1.001 metros cuadrados; la vivienda desarrollada en sótano y planta baja alcanza una superficie construida total de 280 metros cuadrados. El programa funcional se desarrolla en dos plantas. En la planta baja se encuentran: recepción, salón comedor, cocina, tres dormitorios y dos baños. En la planta sótano: aparcamiento, lavadero y sala técnica. Al igual que la geometría de prisma rectangular, los acabados rememoran lo intemporal, lo elemental: piedra, madera, metal y vidrio.
La envolvente exterior se compone de muros dobles con cámara de aire; cubierta inclinada a dos aguas de tejas; forjado cerámico sobre sótano y solera sobre terreno natural en el resto de la superficie.
Las fachadas están revestidas con piedra natural taco caliza de 10 a 14 cm de espesor con colocación artesanal inspirada en la estética de la sillería “a pila seca”. Las carpinterías exteriores son de aluminio anodizado natural con vidrio doble y cámara. La cubierta a dos aguas es de teja cerámica curva en color destonificado natural. Dada la importante demanda energética requerida por la climatización de invierno se han potenciado el sistema de aislamiento pasivo basado en la inercia térmica de los materiales. Muros triples, con doble hoja cerámica, hoja exterior de piedra y trasdosado interior de yeso laminado con aislamiento térmico. Continuidad del asilamiento de muros con el de cubierta y selección del sistema de cerramientos que garantiza la máxima estanqueidad Cor 70 CC16 RPT. Conforman la envolvente térmica que se adecúa para maximizar la autonomía de la vivienda.
Para complementar la estrategia anterior y durante los picos de máxima necesidad de calefacción, la energía renovable es a base de Aero-termia, compuesta fundamentalmente por una máquina que se basa en extraer energía del aire exterior para ser entregada al aire interior mediante una bomba de calor de alta eficiencia.
Con la conjunción de ambos sistemas se ha podido obtener la máxima calificación y el consecuente ahorro de consumo energético.