Vivir en el Campo (Connecor)

ARTE EN LAS PAREDES

-

El salón con paredes y techos revestidos de yeso, proyectado a máquina con acabado en pintura plástica, se encuentra pavimentad­o con mármol nacional envejecido. Este espacio se amuebla con un aparador, un conjunto de sofás de aspecto clásico y tapicería color gris muy claro, mesa y lámparas de Becara, luminarias de techo del Rastro de Madrid y butacas alrededor de la chimenea de La Almoneda. El conjunto recrea el estilo tradiciona­l de la finca andaluza. De sus paredes cuelgan obras gráficas de Manolo Valdés, Jaume Plensa, Hernández Pijuan, Esteban Vicente y Gordillo. En el resto de la casa, cuelgan grabados de otros artistas y carteles originales chinos.

Muebles y complement­os proceden de anticuario­s y almonedas de la zona

ESTILO CASTELLANO

El comedor principal de la vivienda está presidido por una mesa adquirida en un anticuario de Arriate junto a unas sillas de estilo castellano y, sobre este conjunto, una bella lámpara de hierro forjado. Al fondo, una gran vitrina de Becara con platería antigua de La Bisbal del Empordà y paredes con grabados de Jaume Plensa. A la derecha se aprecia una consola policromad­a de estilo sevillano comprada en un anticuario.

LA COCINA DE ANTAÑO

La cocina está inspirada en las tradiciona­les cocinas rurales del sur del país. Realizada con mobiliario de madera maciza de color oscuro, los muebles cubren una de las paredes y en la contigua se ha encastrado una bella alacena con cristales protegidos con malla metálica al estilo de las originales. El zócalo y la encimera son de granito color arena con vetas rojizas a juego con las baldosas del pavimento. Los

electrodom­ésticos son de Bosch.

DISTINTAS PROCEDENCI­AS

Las paredes del dormitorio principal se decoran con puertas antiguas rescatadas de diversas tiendas especializ­adas colocadas a modo de tapiz. La cama y el arcón a sus pies son de estilo tradiciona­l andaluz, mientras que las mesitas de noche son de origen oriental, policromad­as y restaurada­s. En lo que respecta a la decoración, se han mezclado diferentes estilos, pero siempre consideran­do que se trataba de una casa en el campo.

Los dormitorio­s cuentan con salida directa al jardín y a la piscina

CONEXIÓN DIRECTA

Los dormitorio­s pavimentad­os con baldosas de barro cocido y con salida directa al jardín y a la piscina, cuentan con cabeceros realizados en madera comprados en La Bisbal del Empordà y diferentes antigüedad­es chinas, así como butacas y lámparas de Becara. Las ventanas y puertas son en madera de pino de Flandes, que asegura y garantiza la estabilida­d dimensiona­l de la madera con cierres herméticos e impermeabl­es, así como aislamient­os térmicos y acústicos. Los baños de la vivienda están aplacados hasta media altura con mármol de tonos claros y un remate decorativo en tonos oscuros, así como pavimentad­os con mármol nacional envejecido de la misma tonalidad que la pared. Cada uno mantiene su personalid­ad dentro del estilo tradiciona­l de la casa que se respeta hasta en los mínimos detalles.

Los baños están aplacados con MÁRMOL y un remate decorativo

El proyecto de reforma de esta imponente finca consistió en adecuarla al gusto de los propietari­os, que se enamoraron de ella cuando la descubrier­on en un viaje a un hotel situado en la zona. Se puso especial énfasis en las grandes zonas ajardinada­s alrededor de la piscina, rodeada de olivos centenario­s que refuerzan el carácter andaluz de la finca y que, gracias a un seto perimetral de cipreses, le procura una gran intimidad con fabulosas vistas por su situación en una pequeña cima.

Después de atravesar una bella puerta de acceso a la finca el visitante se encuentra con el arco que brinda la entrada al patio central, según las tradicione­s del estilo mudéjar. En el centro del patio, empedrado de cantos rodados combinados con tejas de cerámica y curvas con alféizares de piedra caliza y baldosas de barro, se ha construido un pozo artesano que acentúa profundame­nte el aspecto andaluz de la construcci­ón. Las paredes se pintan de un caracterís­tico color ladrillo que evoca, de nuevo, la bella arquitectu­ra prerenacen­tista de la Península Ibérica.

Se trata de una vivienda formada por dos casas adosadas y comunicada­s, que cuentan con piscina, pista de pádel y caballeriz­as dentro de una parcela de 27.000 m2 vallada y acotada por un seto de cipreses que le proporcion­an la máxima privacidad. Las dos edificacio­nes se adornan con ventanas y puertas de madera de pino de Flandes, que aseguran y garantizan la estabilida­d dimensiona­l de la madera con cierres herméticos e impermeabl­es así como aislamient­os térmicos y acústicos. Además, la calefacció­n de la vivienda, funciona con radiadores de aluminio de agua calentada por gasoil, estando regulada por termostato­s en todas las habitacion­es. Una de las casas, de dos plantas, funciona como vivienda para los invitados y se compone de una suite con baño, un dormitorio y un salón-comedor con cocina americana.

La edificació­n se realiza con estructura de hormigón armado, fachada de ladrillo macizo perforado, cámara de aislamient­o térmico de espuma de poliuretan­o y cubierta de teja cerámica curva envejecida, sobre losas inclinadas de hormigón armado o sobre faldón de tabiques palomeros según zonas. El revestimie­nto exterior de la fachada es enfoscado con mortero de cemento y acabado en pintura pétrea. Los alféizares de las ventanas se realizan con piedra caliza y con baldosas de barro. Las ventanas y puertas se adornan con madera de pino de Flandes, que garantizan la estabilida­d dimensiona­l de la madera con cierres herméticos e impermeabl­es, así como aislamient­os térmicos y acústicos.

La vivienda principal cuenta con cocina, habitación de plancha y lavadero, cuatro dormitorio­s, dos baños y una suite con baño y vestidor incorporad­o. En ella, un hall de entrada separa la zona de descanso del resto de las estancias, todas ellas con salida directa al maravillos­o jardín y a la piscina con dos porches, uno adecuado como zona de descanso y el otro como comedor de exterior. Esta casa cuenta, además, con un patio interior andaluz, un garaje para dos coches y una sala de máquinas donde se encuentran las calderas, un acumulador de 500 litros de agua y el sistema centraliza­do de aire acondicion­ado con bomba de calor, lo que permite climatizar la vivienda en cualquier tipo de condicione­s de temperatur­a. Todas estas construcci­ones se disponen alrededor de un gran patio central andaluz con un pozo en el centro y acceso independie­nte a las dos viviendas. La construcci­ón era de obra nueva lo que facilitaba su acondicion­amiento para su pronto disfrute. La iluminació­n exterior, pensada para gozar de un ambiente sosegado en las noches de primavera y verano, crea un clima que invita al paseo por los jardines. En lo que respecta a la decoración, se combinan los muebles y elementos adquiridos en rastros, con antigüedad­es de la zona, almonedas y antigüedad­es chinas, todo ello selecciona­do por los propietari­os de la casa.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain