Viaje interior

La actriz Marta Nieto cuenta en primera persona cómo el yoga le cambió la vida y nos invita a un periplo hacia dentro de nosotros mismos.

Imagínate estar en ese lugar donde siempre has querido ir, disfrutando del momento. Puede que sea una isla paradisíaca o un país lejano. Y puede que ni el tiempo ni el dinero necesario te permitan ir ahora.

Pero, y si te digo, que justo cuando acabes de leer estas líneas puedes encontrar un lugar aun más especial y exótico que los imaginados... Te estoy proponiendo un viaje a un mundo enorme; un trayecto hacia uno mismo. Pero antes, me gustaría contaros algo sobre mí...

Yo era una niña tímida, con bastantes inseguridades y miedos. Y aunque cuando descubrí el teatro, con 13 años, tuve la certeza de que ese era mi lugar, hasta que empecé con el yoga no aprendí a relajarme. He convivido con la ansiedad más de la mitad de mi vida: un estado a veces paralizante; otras, más común. La reconozco siempre, la detecto por la calle o en mis alumnos. Comparto mi pasión por esta disciplina impartiendo clases desde hace varios años y he observado que la mayoría de las dolencias o problemas de mis discípulos derivan de no parar de hacer cosas; unas elegidas, otras no. Su cuerpo no se detiene y su mente, tampoco. Lo entiendo. Soy actriz, profesora de yoga, madre de un niño de 6 años, vivo en el centro de Madrid y me encanta pasármelo bien. Entiendo lo de no parar. Y me gusta; pero solo si yo lo elijo. Nos han enseñado que una mente que no para es algo normal. Pero no. Somete y desequilibra. Y eso suele manifestarse como estrés crónico u otras enfermedades derivadas. Pero hacer con la mente calmada y sin ansiedad es posible. También lo es integrar y redistribuir de manera placentera la energía mental. ¿Cómo? Parando, tomando conciencia.

Actuamos, pensamos, percibimos y nos relacionamos según todo lo que nos llega a través de

los sentidos. Los estímulos son muchos y parar supone apagar ese ruido externo por un rato. O lvidamos que tenemos otro mundo muy cerca; totalmente distinto y al alcance de una respiración. Todo un universo, innato al ser humano, que aparece sólo cuando los sentidos descansan y las luces de la acción se apagan. Aunque hoy mirar hacia dentro no es algo de lo que se hable o sobre lo que se eduque, parar es un viaje esencial accesible para todos. Los resultados son fascinantes y sanadores. En mi caso, por ejemplo, ha eliminado de mis cajones antiinflamatorios, calmantes, relajantes musculares o pastillas para dormir… La ansiedad ha desaparecido por completo de mi vida. Parar me vacuna cada día contra ese ritmo descontrolado y concentrar la atención en un punto dentro de nuestro universo y no fuera, nos permite exprimir la vida. Todo se vuelve más valioso, divertido y apasionante. Hemos de aprender a parar con salud y alegría. Y es muy sencillo. Poseemos una herramienta poderosa y asequible para iniciarnos en este viaje: la respiración. Concentrándonos en ella nos centramos en nuestra guía; y siempre está disponible. Como un buen maestro.

Llevo más de 10 años practicando y aprendiendo yoga y en este proceso nunca he dejado de crecer ni de disfrutar. Soy más consciente y mi capacidad de concentración y relajación me hacen ser mejor actriz. La claridad mental que me brinda me hace superarme como persona. Me siento más serena y creativa. Me veo mejor madre, amiga, y pareja.

Así que si te preguntas por qué el yoga y la meditación están de moda, es porque funcionan. No importa cómo sea tu vida o cómo te encuentres, nunca es tarde para viajar a conocer tu propio mundo.

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