La colección de Rick Owens para Birkenstock.
PIONERO DE LOS UGLY SHOES, RICK OWENS SE UNE A BIRKENSTOCK PARA LANZAR UNA COLECCIÓN Y UNA TIENDA EFÍMERA EN LOS ÁNGELES CON SU SELLO BRUTALISTA.
Un atuendo repetido hasta ser uniforme; una filosofía integral que afecta a cada parcela de la vida; una personalidad de culto. Las sectas como objeto de estudio, lo demuestran fenómenos televisivos ( Wild Wild Country, Waco, American Horror Story: Cult) y literarios ( Las chicas, ed. Anagrama, de Emma Cline), son tendencia. Si hubiera que trazar una figura que despierte una pasión semejante en la industria de la moda, esta sería la de Rick Owens (Porterville, California, 1961), cuya legión de seguidores ha dado lugar a una Tribu en mayúsculas.
El estilo brutalista que baña cada una de sus acciones –ya sea diseñar muebles, ropa, perfumes o accesorios, y que cultiva en su propia imagen, cincelada a través de una férrea disciplina de gimnasio– otorga ahora una dimensión culta a un calzado emblemático: las
Birkenstocks, otroras sandalias de turista alemán que hoy gozan de prestigio global en la moda. «Cuando era niño, eran muy cool. No bromeo», afirma el californiano. «Hay modestia en el hecho de que no sean coquetas; nunca se ven frívolas, de algún modo son severas, lo que incide en su atractivo».
Para gestar esta colaboración –que se materializa en tres clásicos (Arizona, Madrid y Boston) declinados en cuatro materiales, dos modelos de calcetines y una tienda efímera, The Box, que se inaugurará el 17 de abril en Los Ángeles, frente a la tienda del diseñador en La Brea–, Owens revisó
Der Mensch und die Sonne [Los hombres y el sol], de Hans Suren, «un libro de fotos en blanco y negro de los años treinta sobre desnudez, gente divirtiéndose en el bosque y culto al sol. Era un ideal utópico al que los alemanes se adhirieron especialmente. Pero la desnudez no es carnal, es más sobre sentirse uno con la naturaleza y vivir una vida natural. Cuando pienso en Birkenstock, pienso en este tipo de inocencia»