CARTA DE LA DIRECTORA
Dice mi tarjeta de viajero frecuente que en el último año he realizado 60 trayectos de esta aerolínea. No sé si eso me convierte en una nómada de la moda, lo que es seguro es que me hace apreciar cada noche que paso en mi casa.
La democratización del transporte y la inescapable globalización han hecho que no solo los pilotos tengan su oficina en un avión (o un tren). En el mundo de la moda en particular, casi nadie (sea periodista, modelo, diseñador o peluquero) concibe ya una semana cualquiera en la que no medie algún desplazamiento.
No solo recorremos el mundo detrás de una foto, un desfile o una entrevista. Además, las rutas se han hecho mucho más variadas, imprevisibles y complejas. Al circuito habitual de las cuatro grandes capitales de la moda y a la histórica necesidad de cambiar de hemisferio para fotografiar la ropa de verano en invierno (y a la inversa) se añaden ahora los sorprendentes destinos de las colecciones crucero y la emergencia de nuevos focos de interés informativo para la moda. Desde África, con sus pujantes pasarelas, hasta Seúl, como epicentro de la cosmética planetaria, el mapa del sistema ha redefinido sus puntos cardinales.
Este número de agosto es un buen ejemplo de ello. Para reflejar la variedad de inspiraciones y referencias que hoy definen el vestir hemos viajado hasta Suecia para fotografiar un avance de la moda de otoño con la enigmática modelo Faretta, a Fuerteventura para inmortalizar la combinación de vestido largo y zapatillas que domina en las colecciones prefall y también a Jamaica para retratar ese último y lánguido chapuzón de un verano que no queremos que termine. El hecho de que el globo parezca haber encogido y que los usos horarios dejen de ser muros abunda en la disolución de las temporadas tradicionales y de conceptos en revisión como la ropa estacional.
Pero no solo queremos hablar de nomadismo en lo que a vestir se refiere. También de cómo ha cambiado nuestra forma de vivir y pensar, nuestras expectativas, ambiciones y sueños. Por eso charlamos con mujeres que ejemplifican el fenómeno, como las embajadoras en España de países como Chipre y Ghana. Que nos cuentan las posibilidades y dificultades que entraña una existencia saltando de destino en destino. Un punto de vista complementario al de actrices como Úrsula Corberó y Elsa Pataky, que han demostrado que hoy se puede aspirar al impacto global desde Madrid o instalada en un paraíso australiano.
Por mucho que sintamos cercano cualquier rincón del mundo, en Vogue España estamos comprometidos con potenciar el talento nacional y hablar de lo que ocurre en nuestro país. Por eso, entre tanto periplo y destino remoto, hemos sacado espacio y tiempo para destacar dos prometedoras noticias para la moda española: el retorno de la marca Davidelfin (aunque nunca se fuera del todo) y el debut de Daniel Rabaneda en Ángel Schlesser. Y para conversar con cuatro de las nuevas ministras de un gobierno que bate el récord mundial en presencia femenina. Porque a veces no está de más recordar que como en casa no se está en ninguna parte