Harry Styles y la nueva fragancia sin género de Gucci .
El cantante HARRY STYLES refuerza su vínculo con GUCCI convirtiéndose en embajador de su nueva fragancia, Mémoire d’une Odeur. Con esta propuesta, para todos los públicos, defiende la mayor fortuna de nuestro tiempo: la libertad de ser uno mismo.
Manzanilla romana, jazmín, cedro, varios almizcles y un irresistible toque de vainilla», declama, de memoria y con una perfecta entonación, Harry Styles (Inglaterra, 1994). Son los ingredientes de Mémoire d’une Odeur, «la primera fragancia universal de Gucci», apostilla el cantante, sentado en la suite de un hotel romano al que ha acudido para presentarse como embajador de la misma. La lección, desde luego, ya la lleva aprendida.
El británico liderará, por tanto, en un innovador ejercicio aromático-diplomático surgido de la mente de Alessandro Michele (director creativo de Gucci desde hace cuatro años), un variado elenco de amigos que incluye al diseñador Harris Reed, la artista Ariana Papademetropoulos, el músico Stanislas Klossowski de Rola, la diseñadora Zumi Rosow y más de una docena de modelos. La propuesta es, por tanto, tan universal en la selección de materias primas como en la de protagonistas de la campaña. «El género es cada vez menos importante en cuestiones como los perfumes o la ropa. Las personas ya se expresan como les apetece en estas áreas... Creo que los estándares no son tan estrictos como solían ser, y es algo que me parece increíble», sostiene el cantante.
Su atuendo en la última gala del Met –dedicada a la estética camp y a la que acudió junto a Alessandro Michele– lo corrobora: pantalón de talle alto (hasta el pecho), blusa de gasa semitransparente con lazada al cuello, uñas pintadas en diversos tonos de azul y verde, multitud de anillos, botines de charol con tacón de cinco centímetros y pendiente con perla colgando. «Fue una oportunidad excepcional para jugar con el look. Además, estamos en una industria absolutamente liberal en ese sentido. La ropa es parte del espectáculo, y te permite expresarte de una manera similar a la de la música», defiende.
No era la primera vez que el público celebraba su audacia estilística. De hecho, su relación con Michele se remonta a 2016. Había comprado «un montón de camisas y un puñado de trajes» para sus conciertos, y un día quedaron en Londres a tomar un café. «Es increíble: amable, generoso, bueno... el tipo de hombre que hay que tener cerca», describe. Para cuando comenzó su gira de 2017, Harry Styles: Live on Tour, ya estaba completamente rendido a los ornamentados y vistosos diseños del italiano. «Hacer shows es lo que más me divierte. Y creo que llevar un traje un poco loco puede ayudarte en ciertos momentos, hacerte sentir bien». La admiración era mutua: en enero de 2018, Styles protagonizaba su primera campaña para la división
masculina de Gucci. Dirigido por Glen Luchford, visitaba una freiduría de pollos con una gallina viva bajo el brazo. «Glen es una de mis personas favoritas del planeta para trabajar. Y hemos tenido la suerte de reencontrarnos ahora, para la campaña de Mémoire d’une Odeur. Nos reunimos todos durante tres días a las afueras de Roma. Fue genial, porque gran parte del tiempo, simplemente estábamos juntos charlando y pasando el rato mientras nos grababan. Fue realmente entretenido».
En el exterior del hotel romano en que ahora se aloja, lo espera un nutrido grupo de fans [principalmente adolescentes que le siguen apasionadamente desde que cantaba en la boyband One Direction, en hiato indefinido desde finales de 2015, cuando Styles arrancó su carrera en solitario]. Se han enterado de su llegada a la capital italiana, y no se quieren ir sin conocer a su ídolo. Él, ataviado con unos amplios pantalones en tono caqui, un jersey mostaza con un generoso escote de pico que permite ver tres de sus más de cincuenta tatuajes (las dos golondrinas del pectoral y la parte superior de la mariposa que adorna su abdomen), continúa relajado en el sofá donde concederá entrevistas a diversos medios durante toda la tarde. Divaga animadamente sobre la moda, el género, los recuerdos, los perfumes... «Los tiempos están cambiando en todos los sentidos. Es increíble estar vivo en esta época, poder ver cómo evoluciona el mundo y formar parte de ello. Mis amigos y los amigos de mis amigos tienen una libertad como nunca antes ha habido para ser libres y abiertos. Gozan de la oportunidad de ser quienes realmente sienten que son. Me parece increíble pensar que mis hijos llegarán en un momento en el que podrán ser lo que quieran ser».
Segundos antes de que termine la entrevista, regresa a su papel de embajador. «Sé por Alessandro que el nuevo perfume tiene que ver con la conexión que tenemos con los olores, y las fragancias, que pueden evocar determinados recuerdos o transportarte a algún lugar», cuenta. «No está solo haciendo un perfume y presentándolo. Hay emociones detrás. Me gusta eso. Y además, huele muy bien. Lleva manzanilla romana, jazmín, cedro, varios almizcles y un irresistible toque de vainilla»