La PASIÓN y la fuerza que llevan a la cima
El mismo día en que Rocío Crusset cumplía 25 años, el pasado 6 de junio, protagonizaba una sesión fotográfica en Nueva York para una prestigiosa firma americana, tal y como desveló aquel día en su cuenta de Instagram. Un sueño hecho realidad; la recompensa por años de esfuerzo y sacrificio. Lejos de ser el final de un trayecto, se trata del principio de una nueva, reluciente y fructífera etapa. Un hito que Rocío ha encajado con humildad. Ella misma nos lo cuenta: «Nunca me habría imaginado siquiera llegar a
trabajar en Nueva York, donde estoy feliz. Seguiré esforzándome para poder al menos mantenerme o seguir subiendo». Para crecer, Rocío sabe que debe mantenerse fiel a su esencia: cuidar sus apariciones públicas y la imagen que proyecta al máximo. Al respecto, ha alcanzado un equilibrio perfecto: «Creo que es esencial cuidar tu imagen, en todos los sentidos. Cuido mucho que mi vida privada sea privada. Las apariciones públicas las hago cuando tienen sentido o mi calendario me lo permite. Soy reservada y espontánea a la vez, pero tampoco tengo nada que esconder y, por ello, intento siempre ser lo más natural y transparente posible». La autenticidad nos define, y es el valor primordial que caracteriza a las joyas diseñadas para trascender. Es el caso de la colección Bee My Love de Chaumet: piezas que se funden con la personalidad de quien las lleva. La modelo sevillana es una devota de la joyería: «Me pierde. Para mí es algo muy personal, y por ello me gusta escogerla y comprarla yo misma». Las joyas son objetos preciosos que cuentan su propia historia e invitan a quien las porta a conectar con su biografía y sus experiencias más íntimas, aquellas que hacen madurar: «Tengo joyas de mis abuelas, de mi madre y de otros familiares que tienen mucho significado, y las guardo como un tesoro». La colección Bee my Love de Chaumet aúna todo lo que es importante para la modelo, y por eso se ha convertido en parte inherente de su persona: «Me fascinan. Para mí son piezas que te puedes poner con cualquier cosa: bikinis, fiestas de largo, cocktails y en tu día a día. Son frescas, tienen el punto de brillo justo que necesitas. Y son muy manejables».
Características que, al encontrarse en armonía, se pueden combinar para conseguir el look perfecto: «Me encanta hacer un look simple y meterle buenas joyas e ir combinándolas. Dan mucho juego». Bee My Love es una colección que rebosa juventud y vitalidad. Destaca por sus diseños limpios, ligeros y combinables, que evocan la composición de un panal: el hogar donde las abejas hacen realidad su particular y atemporal oficio. La luminosidad, la gracia y la frescura de las líneas hexagonales aportan una sensación de plenitud y optimismo. Al igual que una abeja es experta en su arte, Rocío Crusset aspira a descubrir todos los secretos de la moda: «Tienes que entenderla para que puedas disfrutar al cien por cien de ella, y cada vez la entiendo más. Me gusta estudiarla día a día, mi pasión por la moda sigue creciendo».
«El piano, la guitarra y bailar FLAMENCO y salsa son mis [otras] pasiones»