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Decidido a reformular los esenciales del armario femenino, el diseñador holandés JAN TAMINIAU se lanza al ‘prêt-àporter’ al tiempo que inaugura tienda en Madrid.

Cuando Jan Taminiau (Goirle, Holanda, 1975) tenía cinco años le diagnosticaron dislexia. Esto provocó que, ante la imposibilidad de enfrentarse con soltura a un libro como cualquier niño haría, el joven Jan se decantara por leer a las personas, desarrollando así un singular privilegio analítico que hoy ha convertido en uno de sus mayores recursos profesionales. Hijo de una pareja de anticuarios, criado en Brabante del Norte y licenciado en Bellas Artes y Diseño en Arnhem, la agudeza visual y la destreza creativa le llevaron a abrir su propio taller en 2003. Su propuesta buscaba alejarse de la corriente imperante en la industria, por aquel entonces «masiva y con una querencia reduccionista, carente de alma», afirma. De ahí que su modelo de negocio se centrara en la ropa hecha a medida y pensada para las grandes ocasiones. «Eso es lo que realmente me atrae de la alta costura, que condensa mi manera de entender la vida: una sucesión de capas que dan como resultado algo fabuloso. Cuando contemplas de lejos un vestido de costura resulta hermoso e intrigante y al acercarte descubres los cientos de secretos que encierra, imperceptibles a simpre vista pero que lo convierten en un elemento cautivador. Algo parecido pasa con las personas», asegura. Hace cuatro años Taminiau vino a Madrid junto a su pareja Juan Várez, consejero delegado de Jantaminiau, y decidió abrir en la capital su segundo taller. Hoy, divide su tiempo entre ambos países mientras, para este otoño, planea la apertura de su primera tienda -en el selecto callejón de Jorge Juan- así como una línea de prendas de prêt-à-porter. Aunque él prefiere no utilizar ese término, llamando a las colecciones Wardrobe, de la que lanza una entrega por temporada, al margen de tendencias y con la aspiración de permitir a sus clientas «construir un vestidor funcional y atemporal»

La búsqueda de individualidad y el aprecio por un ritmo más calmado de la confección son las dos grandes motivaciones que impulsan Wardrobe, la nueva línea de prêtà-porter con la que Jan Taminiau completa su oferta sartorial. Sobre estas líneas, retrato del diseñador. De arriba a abajo, varios de los modelos que componen Army of Love, la colección de otoño/invierno 2019-20, en la que destacan los tejidos nobles como el terciopelo y el satén y prendas polivalentes como la capa, seña de identidad de la firma.