‘Animal Crossing’, el nuevo escenario de las pasarelas.
Todo lo que tenía que pasar, pero no ocurrió, en la experiencia indumentaria en la vida real a causa del coronavirus está sucediendo en ANIMAL CROSSING: NEW HORIZONS, la última entrega del videojuego más popular de Nintendo Switch. Una fantasía de lujo y ‘streetwear’ que une a sus participantes en comunidad y abre un escenario fascinante para la industria, desfiles incluidos.
Existe un lugar en el que la moda ha seguido su curso. Un sitio donde su ‘vieja normalidad’ nunca se ha visto alterada. Es un espacio en el que las colecciones de esta p/v 2020 se han mostrado y lucido en sociedad, donde el hasta hace poco ubicuo streetwear ha mantenido su pulso. No, allí el ejercicio de vestirse no ha quedado anulado por crisis alguna. Se trata, claro, de un universo paralelo. Pero que semejante territorio no pueda ubicarse en el mismo plano de la realidad que ocupamos no hace su experiencia menos genuina. Ya lo decía el poeta: hay otros mundos, pero están en este. Animal Crossing: New Horizons es uno de ellos. Y media humanidad, o casi, se ha refugiado en él para continuar viviendo ‘afuera’ aun en cuarentena.
Lo de la nueva entrega de la popular saga de Nintendo solo es posible contarlo como fenómeno sociocultural. A la venta desde el pasado 20 de marzo, justo cuando comenzó la reclusión a causa de la COVID19, el videojuego ideado en exclusiva para la Nintendo Switch despachó más de 13 millones de unidades en apenas mes y medio, una cantidad muy por encima de las previsiones de la compañía para toda su vida en el mercado. El título no solo se ha convertido en el best seller más veloz de la historia de la consola, sino también en el favorito. Sobre todo entre las mujeres. Aunque aquí el género de los jugadores es lo de menos. Lo de más, esa capacidad para generar comunidad que ni los Sims.
Desarrollado por Katsuya Eguchi y su equipo en 2001, Animal Crossing es un juego de estrategia y gestión de recursos, de vida virtual con espíritu hedonista que New Horizons eleva ahora a la enésima potencia. Se entiende que la existencia que cada cual se construye en esa isla tan paradisiaca como surreal, con sus chiflantes vecinos (animales antropomorfos), haya sido la vía de escape para millones de personas en sus confinamientos. El modo multijugador y la conexión a Internet que permite las reuniones y la interacción con otros siempre ha sido uno de sus mayores alicientes. Lo que nadie podía esperar es que vestirse para ello fuera a dar tanto juego. «En cierto sentido, los videojuegos también son una forma de red social, en la que puedes expresarte a través de las decisiones y la apariencia del personaje que crees a tu medida», razona Kara Chung, la artista con base en Hong Kong que ha destapado la fiebre indumentaria en el juego. Recluida en A la izda., infografías de su hogar natal en Animal Crossing: New Horizons, en las que los
Manila, comenzó diferentes personajes creando un perfil del juego aparecen de Instagram al que vestidos de Valentino, Marc Jacobs y Chanel. subía los diseños de ropa ideados por sus colegas, muchos de los cuales reproducían piezas reales, logos incluidos. Sus habilidades como fotógrafa le ayudaron a componer las imágenes como si se tratasen de auténticas sesiones de moda. Así nació Animal Crossing Fashion Archive y, con él, el delirio: lo que era un simple divertimento pronto se transformó en un catálogo, con contribuciones de jugadores de todo el planeta replicando prendas de temporada. «En un momento como este, descubrir a otras personas que comparten una historia a través de la moda, o del logo de una marca, resulta reconfortante», continúa Chung. «Y el streetwear siempre se ha entendido como comunidad». Claro que el juego no solo vive/viste de tendencias urbanas.
El editor gráfico del juego permite la customización de la vestimenta de los graciosos avatares de sus jugadores desde el principio. Aunque la cuestión se superó con la penúltima versión, New Leaf, de 2013. Entonces ya era posible encontrar diseños que calcaban los vestidos Mondrian de Yves Saint Laurent o camisetas con el logo de la doble C de Chanel, que podían conseguirse online, cuando un jugador visitaba el pueblo de otro. En New Horizons, lo bueno es que las mucho más sofisticadas creaciones se comparten vía código, de manera que cualquiera puede descargarlas y lucirlas. De esta manera, han surgido otras cuentas en IG (@nookstreetmarket, @ crossingtherunway) y han entrado al trapo no pocas firmas de moda, de Marc Jacobs a Valentino, pasando por Anna Sui, que generan sus propios códigos de descarga.
Sandy Liang llegó incluso a montar una pop-up virtual. La ocasión no solo es propicia para mantener activo el apetito consumidor, sino que además tiene un alcance publicitario sin precedentes. Por no hablar de lo que supone como campo de experimentación para una industria en pleno parón, productivo y social. De momento, el primer desfile ya ha tenido lugar, en forma de vídeo de tres minutos con prendas de las colecciones del próximo o/i de Fendi, Louis Vuitton, Bottega Veneta o Balenciaga. Kara Chung se ha ocupado de organizarlo, en colaboración con Marc Goehring, estilista de la revista/marca alemana 032c, y la plataforma berlinesa Reference. Michel Gaubert se ha ocupado de ponerle música. Sí, hay otros mundos, también para la moda