COSMÉTICA
El cannabidiol, el nuevo ingrediente de moda.
G Hace ya dos décadas que The Body Shop sacudió el estigma del cannabis (o cáñamo) con el lanzamiento de una línea, Hemp, basada en las excepcionales propiedades hidratantes y regeneradoras del aceite de la semilla de esta planta de la que también se obtiene la marihuana. Desde entonces, sin apenas ruido, algunas marcas de belleza fueron agregando en sus fórmulas este aceite, un viejo conocido en los herbolarios. Poco que ver, sin embargo, con otro de los componentes del cáñamo, el CBD (cannabidiol), convertido últimamente en unos de los fenómenos de la industria cosmética y del bienestar. «Con propiedades curativas y calmantes beneficiosas para la salud, el CBD tiene una estructura muy parecida a la de los endocannabinoides producidos por el cuerpo humano. Por lo tanto, cuando llega al organismo es capaz de producir gran cantidad de efectos positivos», aclara Inmaculada Canterla, farmacéutica y fundadora de Cosmeceutical Center (Sevilla). «Se dice que el CBD trata más de 50 problemas de salud. Hasta el momento las investigaciones sugieren que puede aliviar síntomas del estrés y la ansiedad, el dolor y la inflamación, mejorar el sueño o reducir temblores y convulsiones, actuando también sobre el sistema de serotonina del cuerpo, que controla los estados de ánimo».
¿Significa esto que el CBD tiene un efecto psicoactivo? Según fuentes de The Beemine Lab, start up especializada en fórmulas de miel y CBD, «este compuesto no ‘coloca’, pero no podemos afirmar que no sea psicoactivo, ya que su potencial como ansiolítico o antiepiléptico demuestra que tiene capacidad para moderar algunos aspectos del sistema nervioso central. Aún así, al CBD no se le atribuyen las alteraciones de la percepción y las funciones motoras que posee el THC (la sustancia del cannabis asociada a los efectos psicotrópicos de la marihuana)». De hecho, incluso la OMS destaca las propiedades terapéuticas del CBD y señala que no es adictivo, ni nocivo para la salud.
En su uso tópico, explica Inmaculada Canterla, el aceite de CBD actúa sobre la psoriasis, disminuye el picor y además reduce el nivel de inflamación. «También posee propiedades hidratantes y nutritivas para la piel –el aceite de cannabidiol tiene 14 veces más ácidos grasos que el de coco o el de oliva– y antioxidantes, que previenen el daño oxidativo celular». «Uno de los aspectos más curiosos del CBD es su función reguladora de algunos procesos naturales de la piel (como la producción de sebo), convirtiéndose en una alternativa muy interesante», añaden desde The Beemine Lab.
No está todo dicho. Según la firma de estudios de mercado Euromonitor International, «se estima que las marcas de cuidado de la piel impulsarán el auge de la ‘belleza del cannabis’, ya que conecta con las actuales tendencias de tratamientos holísticos y alineados con la salud». En este sentido, se prevé que mantendrá un buen ritmo de crecimiento en los próximos cinco años y que los grandes de la industria se subirán a este carro. Es más, vaticina: «En la próxima década, de alguna forma, el cannabis formará parte de las rutinas diarias de los consumidores, ya sea como un ingrediente funcional en alimentos, bebidas y belleza o como un potenciador del estado de ánimo en la salud»