Con las IDEAS claras
Escritora, política y empresaria, GUILLERMINA MEKUY dejó el ministerio de cultura de su país para iniciar un proceso de reproducción asistida y crear, también, una nueva línea de cosmética multicultural e inclusiva, CLÉMENTYNE.
AGuillermina Mekuy le han cundido sus 38 años. Precoz y amante de los retos, a los cinco años ya apuntaba maneras con la escritura y a los 17 publicó su primera novela. A los 25, tras acabar sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas en Madrid, regresó a su país natal (Guinea Ecuatorial) involucrándose en la esfera política y cultural –con cargos de directora general, secretaria de Estado, senadora y ministra de Cultura y Turismo–. En 2016, su deseo de maternidad la trajo de nuevo a España para someterse a un tratamiento de reproducción asistida. En estos cuatro años, ha sido madre, ha fundado la editorial MK y ha desarrollado su línea de belleza.
La mujer está en el centro de su conversación, de su obra literaria y de sus proyectos. «Creo que una sociedad donde la mujer y las niñas no están bien protegidas es una sociedad débil», y por ello, Guillermina Mekuy trabaja desde diferentes flancos. También desde la cosmética. «Venía pensando en ello desde mi etapa en la política. Tenía que hacer algo, porque cada vez tenía más claro que cuando una mujer se cuida y dedica, aunque sea un solo
minuto, a ponerse una crema y lo convierte en su momento, está realizando un gesto de empoderamiento e incluso de liberación». Cree firmemente que cuanto más avanzada es una sociedad más tiempo dedican las personas al cuidado personal y al bienestar. Ese ha sido el punto de partida de Clémentyne, una línea concebida para cuidar todas las bellezas y todas las pieles. «Me siento una mujer multicultural, del mundo, no creo en las razas sino en las personas. Se trata de una línea inclusiva, muy unida a mi visión de la vida», una existencia que se rige por el optimismo y la creencia de que las personas estamos para contribuir con granitos de arena a lograr cosas increíbles.
Durante cuatro años Guillermina ha estado al pie del cañón. «He pasado gran parte de mi vida haciendo muchas cosas, pero muy rápido, sin disfrutar. Clémentyne lo he querido hacer de otra manera, vivirlo día a día. Y disfrutarlo. Me gusta mucho aprender y estar en el laboratorio me ha enseñado todo lo que hay detrás de un cosmético». Podía haber elegido cualquier lugar para sacar adelante este proyecto pero quiso trabajar con laboratorios españoles.
«Creo mucho en la ciencia y la sanidad españolas, así como en los controles de la Unión Europea, y si creaba una línea de belleza era para hacerlo verdaderamente bien». Se decantó por laboratorios Valquer –«que ya son como de la familia»– y el resultado es una gama, estructurada en distintas colecciones, que aborda desde los problemas de manchas de las pieles africanas, occidentales o asiáticas hasta las texturas idóneas para cada necesidad.
La línea debe su nombre a una mujer llamada Clementina cuya historia de determinación y constancia infundió a Guillermina nuevas fuerzas para intentar un nuevo ciclo con el tratamiento de reproducción asistida cuando estaba a punto de abandonarlo. Y llegó el ansiado embarazo. «La maternidad es mejor de lo que imaginaba. Ha traído mucho más amor y mucha más actividad en mi vida».
Precisamente ese camino, no siempre fácil, hacia la maternidad, y el papel de la ciencia, han inspirado su último libro que saldrá en pocos meses. En él comparte su experiencia y recoge distintos testimonios de mujeres con el fin de dar visibilidad y eliminar tabúes sobre un proceso duro que a veces se vive en solitario. «Muchas mujeres se sienten menos mujeres si no pueden tener un hijo e incluso, como es el caso de las africanas, se encuentran excluidas de la sociedad», comenta Mekuy. No contenta con divulgar y hablar de esto con naturalidad, esta emprendedora también está detrás de la creación del primer centro de reproducción asistida en Guinea, inaugurado hace unos días y atendido por expertos españoles –«España es uno de los países pioneros y punteros en este campo»–.
Con algún proyecto siempre entre manos, ahora está trabajando en una colección de maquillaje y un perfume, así como en un espacio propio en Madrid, la casa Clementine, donde relajarse y disfrutar de sus tratamientos en cabina. Y esto no ha hecho más que empezar