Mary Katrantzou traslada la figura de la serpiente al universo de los bolsos de Bvlgari.
La diseñadora griega MARY KATRANTZOU colabora con BVLGARI en una nueva colección de accesorios que reinterpreta el eterno icono de la casa italiana.
Atrevida, glamurosa e increíblemente sensual. La serpiente, o serpenti, como la llaman en su italiano natal, lleva paseándose sinuosamente por los relojes y la joyería de Bvlgari desde los años cuarenta, un mérito que la convierte por derecho propio en uno de los iconos absolutos de la legendaria casa. Como su homólogo animal, este símbolo ha ido mudando de piel a lo largo de los años, adaptándose al entorno de manera sigilosa y eficaz. En 2021, es Mary Katrantzou (Atenas, 1983) la responsable de esta saludable operación. No es su primera vez con Bvlgari (varias de sus piezas de joyería acompañaron el desfile de primavera que presentó en 2020), pero en términos colaborativos, la griega se dispone a afianzar esta relación con una colección debut para la casa romana que traslada la figura de la serpiente al universo de los bolsos.
El punto de partida, comenta Katrantzou, fue un viaje que hizo hasta la capital italiana para indagar en los archivos históricos de la firma y en sus diseños de alta joyería. «Pude ver piezas que databan de los años 50 y 60, además de pequeños minaudières que funcionaban como espejo», comenta la diseñadora al respecto de una experiencia que define como de lo más enriquecedora.
La intención de la colección es explorar la figura de la serpenti bajo una nueva perspectiva: «Hubo mucha investigación sobre cómo tomar un icono que ya existe y cambiar su función. Eso es, para mí, un diseño sólido: algo que poder reapropiarse y trabajar en diferentes disciplinas e ideas cruzadas», declara. «Quería que fuera audaz, atrevido. Que se sintiera como una pieza que es única y que podrás llevar para siempre». Como adelanta Katrantzou, los bolsos de esta colaboración hacen hincapié en diferentes partes de la anatomía del reptil, entre ellas, la cabeza, tan icónica en el universo de los relojes y la alta joyería de Bvlgari.
Fue lo primero que le vino a la mente en aquel viaje en el que sintió la necesidad de empaparse de su legado: «Quería mantenerme fiel a los detalles, como la forma en la que el minaudière se abre, presionando su lengua, como abrirías el reloj Bvlgari Serpenti. Fue muy especial tomar una parte tan importante del ADN de la firma», recuerda la diseñadora.
Frente a la rigidez, que es una extensión de los atributos de los relojes y las joyas de la firma italiana, la colección se caracteriza por su diseño mullido, gracias a unos materiales maleables y a unas formas sinuosas. «No solamente diseñamos nuestro propio cierre, con la forma de la cabeza, para añadir a su extensa colección de remates. También trabajamos para mostrar la serpiente al completo», señala Katrantzou, refiriéndose al asa que acompaña a este complemento, con forma del animal. «Las líneas curvas y las puntadas están inspiradas en su cuerpo, además del asa. Quería que fuese casi como una joya», sostiene. Añade una doble (y escondida) funcionalidad, ya que este asa se puede quitar para poder llevarlo cruzado a lo largo del cuerpo. La colección culmina en otra pieza muy especial en la que han colaborado a su vez con la legendaria casa Montex: «Resultaba increíble poder traer este nivel de bordados de alta costura a un bolso, como si fuese una pieza de arte en sí misma», declara la diseñadora, entusiasmada por los motivos referentes a la mariposa que también pueblan este diseño. «Me permite contar una historia. La de transformación y metamorfosis. Creo que cada pieza que hicimos cuenta una parte diferente del relato, pero solo cuando las ves todas juntas se puede mirar realmente a la Serpenti a través de mi punto de vista, haciendo hincapié en distintos elementos de este icono».
Ese mensaje de transformación y de renacimiento que recalca Katrantzou no podía ser más relevante para los tiempos actuales. En su caso particular, la pandemia también les ha obligado a adaptarse, ya que todo el proceso creativo ha sido a través de plataformas virtuales: «Lo que nos ha permitido es ponernos a prueba todavía más y crear una nueva forma de comunicarnos, tener un objetivo común que hemos abordado sin miedo», puntualiza, orgullosa de cómo han sido capaces de mudar de piel en tiempos del confinamiento